martes, 15 de noviembre de 2011

La Masacre de las libertades.

Somos seres humanos, no herramientas.
Podíamos educar el pensamiento de una forma general y ejercitarlo libremente según nuestro criterio, pero los poderes anónimos, como los mercados, el sistema que como a un monstruo hemos creado, nos exige apartarnos del conocimiento esencial, para formarnos en la parte técnica, eliminando de forma progresiva el pensamiento humano. Considerando inútil el culto a la belleza, a la poesía o al estudio de las humanidades que nos enseñan principios fundamentales de la vida humana. 
Con el consentimiento de una gran parte de la sociedad que, cegada por la recompensa material, reniega del espíritu al que ya no se valora, se ofrecen las libertades como sacrificio incruento al nuevo vellocino de oro.
A la recesión económica le sigue la regresión moral a la era de la búsqueda del santo grial, pero apartada de los principios altivos de los caballeros andantes, es decir, aún más sombría búsqueda y más lúgubre peregrinación hacia un futuro inexplicable.
Los viejos objetivos de encontrar en lejanas tierras fama y fortuna se han multiplicado con "el sueño americano" que se quiere mantener por encima de los individuos.
La alternativa a esto sería reivindicar otros sueños como amor y libertad, y estos son buenos tiempos para los soñadores ... porque la auténtica revolución, lo que más miedo produce al monstruo anónimo de las finanzas y los mercados es este sueño.

6 comentarios:

  1. Muy cierto lo que dices, pero no se si nuestros sueños pueden desbancar al depravado mercado, aunque algunos sigamos intentándolo desde nuestro pequeño hacer.

    Un abrazo.
    Mercedes.

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  2. Mercedes ... Yes, we can. (me gusta la palabra desbancar).

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  3. No sé si son buenos tiempos para los soñadores, creo que no lo son para nadie, pero en cualquier caso los sueños son las mejores armas para vencer al monstruo.

    Buen día.

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  4. Malos tiempos para comer ostras.
    Me encantó leerte Spaghetti.
    Un besazo.

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  5. Siempre he dicho que somos culpables: asumirlo es el primer paso de la regeneración, aunque dicen que la salvación es siempre individual y nunca colectiva...

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