martes, 31 de julio de 2012

PREGUNTAS


PREGUNTAS

Abrir los ojos es ver enigmas.
Todo aquello que llamamos realidad, lo que vemos, se convierte en un enigma cuando empezamos a hacernos preguntas.
Cuando miramos una simple acacia del parque y nos enfrentamos a la vida que alberga,  los pájaros, las ardillas y las vidas minúsculas que lo recorren, insectos y procesionarias… incluso a la propia vida de la planta … se abre la caja de los misterios cuando nos preguntamos ¿cómo funciona?, ¿Qué es lo que hace morir a esta acacia joven y prolonga la vida a esta otra de al lado?
Hay quien se da por satisfecho con respuestas simples, - será la luz o será un parásito,- pero inmediatamente surgen nuevas preguntas que quizás sea demasiado pronto para responder, aún con todos los avances biológicos y científicos.
Cuando buscamos respuestas nos perdemos en el misterio del universo.
Tan infinito y enigmático es el espacio sideral como este microcosmos celular en el que se desarrolla la vida.
Con el descubrimiento completo de la cadena del ADN parece que el humano ha encontrado la inmortalidad. Y que las células pueden reproducirse infinitamente como células jóvenes como aseguran los tres investigadores premiados con el último  Nobel por sus estudios acerca de la encima llamada Telomerasa.
Quizás, una vez más, se haya descubierto el elixir de la vida y de la eterna juventud,  precisamente en estos tiempos convulsos en los que acecha la pobreza y la muerte miserable, en países desarrollados, donde tales investigaciones dependen más que nunca del dinero.
La insaciable curiosidad humana nos lleva siempre a los ambiciosos paradigmas de los recién inaugurados juegos olímpicos … más alto, más fuerte, más lejos.
Mientras nos hagamos preguntas seguiremos encontrando maravillosos misterios sin respuesta.

domingo, 29 de julio de 2012

NOTICIEROS


NOTICIEROS

A menudo se repiten frases absurdas en las noticias y foros, hasta ponerlas de moda sin una meditación previa de lo que se dice.
Que la última generación de jóvenes universitarios es la más preparada de la historia, es una de estas frases absurdas, porque lo mismo se puede decir de cualquier generación universitaria pasada, presente y futura, cada una en su momento.
Aunque solo fuera por la acumulación de conocimientos, si la historia no sufre impensables retrocesos, la última generación siempre fue, es y será la más preparada de la historia.
Para saber el nivel de preparación de los jóvenes universitarios, debieran compararse con otros de su misma generación de otros países, universidades o facultades, donde se impartan parecidos conocimientos y así poder deducir quienes están mejor preparados.
Por otra parte, atendiendo a la equivalencia de las titulaciones con respecto a la posibilidad de colocaciones en puestos de trabajo, es decir, a la utilidad de los conocimientos adquiridos a la hora de aplicarlos en el mercado laboral, rentabilizando así el tiempo, el dinero y conocimientos invertidos, es mucho más difícil ahora que escasean estas oportunidades.
El acoso informativo sobre temas macroeconómicos, con un lenguaje críptico que sobrepasa la comprensión general de lo que sucede, genera más opacidad, sembrando el miedo al futuro entre la población.
Las contradicciones diarias de los políticos en la toma de decisiones importantes, explicadas de forma interesada desde los distintos medios de comunicación, conducen a la confusión social.
La exagerada exaltación de los deportes por encima del arte y de la cultura desde cualquier informativo, aparta a las gentes de los valores fundamentales de reflexión y sensibilidad, embruteciendo las conciencias y haciéndolas más manipulables para los intereses del poder.

Debiéramos exigir una actitud más reflexiva a los que desde los medios de comunicación nos bombardean a diario con frases sin sentido y noticias amañadas, imitando el mismo lenguaje entre ellos.
Por una información libre y veraz sin manipulaciones.

viernes, 27 de julio de 2012

DIOSES HUMANOS


DIOSES HUMANOS


“El Olimpo” buen nombre para este bar.
Donde se metamorfosean los dioses en cisnes para poseer a ninfas y vestales. La diosa Juno, eternamente celosa,  buscaba a las amantes de su divino marido para vengarse. Entraban y salían dioses menores, como si de un oráculo se tratara. El viejo Vulcano cambió la fragua por la barra y atiborraba de ambrosía a un  alado Mercurio que conversaba con Apolo mientras Venus y Minerva les seguían con celeste mirada.
En una mesa del fondo, Saturno devoraba perritos que podrían ser sus hijos por el parecido grasiento.
Paris conspiraba con Afrodita ofreciéndola la manzana de la Discordia a cambio de ciertos favores y hechizos para conquistar a la  bella Helena. Tan corruptos en el cielo como en la tierra.
Pasaron Las Horas, que crecieron en Primavera, disipando los rayos del sol con sus cabellos rojos y sus ropajes cortos y aéreas bailaban la ronda.
Hécuba, hija de Sangaro y Merope, celebraba por lo alto su despedida de soltera antes de ser la reina consorte de Troya. Diosas escandinavas brindaban entre las sombras con vestidos hechos de plumas de pavo real.
El bosque de troncos sin cabeza era atravesado por sátiros, silvanos y silenos con facultades proféticas apostando besos y robando sueños.
Un fauno borracho permanecía inmóvil contra la pared a modo de Cariátide malhumorada. Las vetas de mármol de la mesa parecían discurrir como nenúfares en un lago de cerveza derramada.
Enloquecido por el canto de las sirenas salí de “El Olimpo” con la expedición de los Argonautas a conquistar el Vellocino de Oro en otras islas nocturnas.

martes, 24 de julio de 2012

LA CITA

LA CITA


Es joven.
El ovalo de la cara perfecto, las fibras de los músculos alargadas se prolongan a lo largo de  su cuerpo radiante a la luz huidiza de este único instante.
Es bella.
Suaves promontorios palpitan al ritmo de la respiración y de las horas.
Voz líquida de cántaros y ríos, con ecos de espuma y azucenas.
Orgullosa de su alquimia, vuelve en oro lo que toca.
Es ella.
Siempre igual y siempre cambiante, caprichosa de brisas de tul y ocasos de muselina.
Impaciente y coqueta cambia de vestido cada día, para que haga juego con el paisaje.
La tarde no espera 

domingo, 22 de julio de 2012

EL DILUVIO QUE SE CIERNE


EL DILUVIO QUE SE CIERNE


El hemiciclo estaba vacío, en un silencio roto por los perezosos pasos de unos ujieres disfrazados de cocineros modernos de cabeza desnuda que ordenaban los mínimos detalles de la fiesta que se avecinaba. 
Un rumor de cuadrúpedos llegaba desde el fondo de los pasillos, como si de pronto se hubiese abierto la rampa del arca de Noé y empezasen a subir por ella parejas de estiradas avutardas, cernícalos y perfumados paquidermos bien alimentados abriéndose paso entre un enjambre de zánganos y abejorros de la prensa manipulada por anunciadores enriquecidos y sembradores de estados de opinión amañada.
Lentamente se fue rellenando el espacio forrado de nobles maderas y cada cual fue ocupando su palo correspondiente en la pajarería.
Como si de un tribunal se tratara se abre la sesión a golpes de mazo y el primer acusador sube al patíbulo de cara al zoo que jalea cacareos y rebuznos.
Con rugidos de amenaza consigue apaciguar a la rala asistencia de oídos sordos hasta el marasmo. Al terminar el canto del gallo Kiriko, estalló de nuevo el cacareo de las cluecas y una híbrida de tucán y galgo afgano agitaba las alas graznando contra  los que quedaron en tierra a merced del diluvio por no tener el privilegio de entrar en el arca.
Al resguardo en sus establos y con el pesebre bien surtido de forraje, las bestias acicaladas esperaban el diluvio arrasador con que amenazaban las providencias anónimas de “los mercados”.
Los despreciados por aquellos a los que habían empujado a lo más alto del arca miraban al cielo sin verlo, oculto por los negros nubarrones que amenazaban una lluvia sin fin sobre sus cabezas y permanecían en una densa espera sin remedio.

viernes, 20 de julio de 2012

GENESIS DEL SILENCIO


GENESIS DEL SILENCIO


Posó sus labios suavemente contra la boquilla del trombón, al principio frío acero calentándose con el aliento, como un beso profundo que la columna de aire inunda en un remolino perfecto… al llegar a la campana sonó una nota y se detuvo.
Esperó el eco tenor de la voz varonil del instrumento pero fue en vano. Una sola nota está vacía de música, no es nada más que un sonido sin eco, un ruido aislado que necesita una compañera que le de un sentido armónico a sus preciosas intenciones.
Entonces volvió a insuflar una nueva columna de aire aún más apretada por la extensa tubería de latón hasta alcanzar un tercer grado en la escala de comparación y fue precisamente ese intervalo de silencio entre las dos alturas lo que generó un átomo de música.
Un beso aún más apasionado fue la tercera nota alcanzando el quinto grado y formando así un acorde con tres notas y el silencio instantáneo  de sus dos intervalos.
Así nace la música del silencio que es su ausencia.
Así nace el silencio arropado por el sonido que se desvanece armoniosamente, dejando un rastro de belleza muda.
Al instante, el silencio baila su danza invisible entre melódicos besos de aire y notas que el viento esparce.

jueves, 19 de julio de 2012

ORO Y CARBÓN


ORO Y CARBÓN

Con la presencia de las rosas, el jardín se convirtió en un joyero.
Islas de luz ondulan en el mapa de los castaños donde despuntan las corazas de las grandes semillas y el calor pesa sobre los rubios campos castellanos.
Madura el verano en los caminos ribeteados de retama y amapolas, ignorando a los humanos que lo ignoran.
Un solo hombre avanza agradecido a esta belleza efímera a quien debe su felicidad,
los girasoles avergonzados ante su mirada, vuelven la cabeza hacia el poniente y las florecillas agotadas saludan a sus pies ligeros que desfilan como icebergs sin apenas rozar el fondo del camino.
En un lejano cerro surge de entre los trigos el antiguo campanario tanto tiempo enmudecido de una ermita. El camino se aproxima a humildes ruinas de tapial y adobe de lo que pudo ser un día una aldea innoble.

Al otro lado del otero, se extendía largamente la tristeza.
Asolado como un campo de batalla ceniciento de árboles caídos y pavesas, se presentaba un paisaje incierto como una caldera en ascuas del infierno. Todo del color de la muerte permanecía inmóvil hasta el horizonte.
Las llamas sembradas en los rastrojos fructificaron en negra cosecha que desbordó las lindes de los campos hasta el río.
Una lágrima rodó y se hizo humo antes de llegar al suelo.
Las aguas del río marcaban un encaje divisorio entre el oro y el carbón, y cantando se enredaban con una triste canción que parecía decir “Qué hermoso debió ser amarte!”.

martes, 10 de julio de 2012

LA VUELTA A ÁFRICA EN 80 MINUTOS


LA VUELTA A ÁFRICA EN 80 MINUTOS

-Va a amanecer. ¿Que haces ahí mirando por la ventana?
-No estoy aquí, estoy en África. Más allá de estos tejados, detrás de los campos y los montes ha salido el sol sobre la playa de Argel, pero aún es temprano y no hay nadie sobre la arena, se ven las huellas de las gaviotas, como puntas de flecha y unos pasos largos del único hombre que se aleja de cara al incipiente sol de levante, es Albert Camus que camina descalzo preguntándose si habrá alguien más en el camino hacia el sol.
-Cariño, no te quedes ahí mucho tiempo, te espero.
-No estoy aquí, estoy en el culo del mundo con A. Lobo Antunes sentados frente al Atlántico en Luanda donde la vida ha despertado y las olas atruenan en su incesante lucha contra la costa.
-Amor mío, vuelve a la cama
-Estoy demasiado lejos, en Ciudad del Cabo. Me he colado de oyente en una clase de Coetzee sobre los amores de Lord Byron, tan apasionado está con la descripción de Teresa que no se puede imaginar a su hija violada por dos hombres y un muchacho en una granja alejada del oeste.
-Tengo sueño.
-Duerme, el viaje es largo, cruzaremos Mozambique por el camino de la costa Índica que lleva a Dar es Salaam antes de adentrarnos hacia el Lago Victoria donde nace el Nilo Blanco.
-¿Sigues ahí cariño?
- No, no estoy aquí, sigo a las caravanas de camellos que llevan armas a los rebeldes de Harar capitaneadas por A. Rimbaud, que hace años se alejó de la poesía como de la adolescencia sin ningún remordimiento.
-Estas desnudo, ¿No tienes frío?
-¿Frío? Arden las arenas Saharianas, atrás quedó Khartoum desde donde el Nilo es uno e inunda los terrenos aluviales, sus granjas y acequias abonando con rico cieno las orillas del Valle de los Reyes.
-Ya ha amanecido.
-Sí, ahora tengo que marcharme.

sábado, 7 de julio de 2012

Del amor y la muerte


Del amor y la muerte

Cae la tarde sobre la ciudad amurallada, los últimos rayos del sol se estrellan contra el encaje de pináculos de la espléndida catedral gótica. Esta luz dorada no debió ser muy diferente 600 años antes sobre sus moradores con parecidos sentimientos de soledad y hastío que los que ahora la pueblan, con la misma incertidumbre sobre un futuro miserable y con las mismas esperanzas de un cambio en la vida y el espíritu, algo sobrenatural que los aparte de la rutina y los temores sembrados por clérigos y alguaciles como ahora  provocan los miedos políticos y caciques parapetados tras los cargos y el dinero.
Entonces, aguadores y carreteros animaban las plazas por las que hoy circulan los reflejos intermitentes de luces y sombras evanescentes.
Juglares entonaban cantos al amor y a la muerte como ahora nos llegan voces invisibles desde una lejanía sin tiempo ni verdad.
Quizás entonces estaban más familiarizados con la muerte que ahora se esconde sin poderse ocultar totalmente.
600 Años después de intrépidos desafíos, la humanidad ha vuelto a ser como antes, pero con la gran diferencia de haberse multiplicado por 100, llevando al límite los recursos naturales que nos alimentan.
Los tiempos feudales en los que el amor se veía en un lazo en la pica y la muerte se extendía en los campos de batalla y en las cloacas inundadas por la peste y estos nuevos tiempos de pandemia económica y retroceso, el amor permanece invulnerable por las causas externas y como siempre, herido de muerte en la privada lucha por la pasión que ha salvado al mundo conduciéndole al mismo tiempo a su autodestrucción por el fruto masificado y lujuriante reproducción.
Al final los espermatozoides habrán vencido a las bombas, los hierros y las pestes.

viernes, 6 de julio de 2012

Gastos de afeamiento


Estos veranos ociosos de atardeceres tardíos, alejados de aquellos otros de la adolescencia y sin embargo afines en las risas de media noche, en las tabernas desahumadas donde se apiñan los sexos y las fantasías … Estos veranos donde se acerca el pasado al futuro con la lentitud de los bueyes sobre el calor de la tierra y el asfalto …
Ahora veo las ruinas de los tiempos que pasaron tan deprisa que abandonaron las construcciones en el esqueleto y los palacios de vidrio y titanio permanecen vacíos porque nunca la vida se instaló en ellos. Alfombraron de hormigón la vía muerta del tren de los sueños y la vieja estación emparedada a cal y canto. Escarbaron en las tumbas de los ancestros más primitivos para traerlos a la luz desde las cavernas y ahora yacen en un mausoleo de feria entre cristales impúdicos.
El saber de los libros se encierra en una jaula abierta a los curiosos exploradores que se atreven a traspasar el umbral entre los andamios de una caja polvorienta en la que no se han omitido grandes gastos de afeamiento.
Como una frenética batalla contra la belleza, se invirtió hasta el endeudamiento en construcciones inútiles, en servicios inservibles, reduciendo los espacios y los hogares a celdas monacales.
No es de extrañar que el verano esté en la calle, en los bordillos de las aceras o en las orillas del río donde se esparcen los residuos de la fiesta.
El palacio de la isla donde se esconde la justicia tras las túnicas negras ha quedado suspendido en el aire y las puertas sin escaleras cuelgan del edificio como sayones al sol.
Pero el verano parece ignorar tanta crueldad y despilfarro, esparciéndose por los campos y rendijas con su cálido aliento, como esperando a un Apocalipsis que se cierne tras el inmenso circulo solar que cada tarde se traga la tierra.