viernes, 20 de julio de 2012

GENESIS DEL SILENCIO


GENESIS DEL SILENCIO


Posó sus labios suavemente contra la boquilla del trombón, al principio frío acero calentándose con el aliento, como un beso profundo que la columna de aire inunda en un remolino perfecto… al llegar a la campana sonó una nota y se detuvo.
Esperó el eco tenor de la voz varonil del instrumento pero fue en vano. Una sola nota está vacía de música, no es nada más que un sonido sin eco, un ruido aislado que necesita una compañera que le de un sentido armónico a sus preciosas intenciones.
Entonces volvió a insuflar una nueva columna de aire aún más apretada por la extensa tubería de latón hasta alcanzar un tercer grado en la escala de comparación y fue precisamente ese intervalo de silencio entre las dos alturas lo que generó un átomo de música.
Un beso aún más apasionado fue la tercera nota alcanzando el quinto grado y formando así un acorde con tres notas y el silencio instantáneo  de sus dos intervalos.
Así nace la música del silencio que es su ausencia.
Así nace el silencio arropado por el sonido que se desvanece armoniosamente, dejando un rastro de belleza muda.
Al instante, el silencio baila su danza invisible entre melódicos besos de aire y notas que el viento esparce.

4 comentarios:

  1. Y es que un beso tiene eso. Un beso dado como Dios manda acalla al mundo porque sólo existe eso, el silencio del beso, lleno y pleno de melodía...
    Un beso

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  2. Me encanta cuando la música se une a las palabras, pues creo que un buen texto necesita de una excelente musicalidad... y de silencios, claro está.
    Un abrazo.
    HD

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  3. Poética, tierna y romántica forma de hablar sobre la presencia y la significación del silencio. Efectivamente, sin él no existiría la música, sin él no existiría tampoco la musicalidad en el movimiento.

    Un beso.
    Mercedes.

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