miércoles, 30 de marzo de 2011

LA ISLA FLOTANTE



Sopla el viento del oeste,
viene del mar,
trae rumores lejanos de bajeles piratas,
de tesoros escondidos en las grutas de coral.
Solo conservo la lámpara de mi camarote y la campana
que colgué del árbol, y ahora se columpia acunada por estos vientos.
Homenaje póstumo a mi viejo bote al que tanto debo.
Me enseñó nuevas islas incomunicadas,
en las que antiguos huracanes habían modificado el paisaje.
Árboles y palmeras copa abajo con las raíces secas en lo alto,
de las que colgaban conchas y caparazones de animales marinos
como frutos fósiles.
Paisajes escondidos en los mapas,
nuevos caminos naturales
entre los manglares.
Esta isla fusiforme que emerge de los fondos del océano,
para convertirse en un nuevo galeón eternamente anclado.
La pacífica soledad del mar en su rumor incansable.
Mil especies de pájaros desconocidos alborotan el silencio.
No fue un sueño.
Estudié cuidadosamente la tabla de mareas y las rutas de navegación,
pero ahí no se encuentra el paisaje...que es algo que se descubre, que te sorprende.
El viento amaina,
se para, escucha,
y la memoria se detiene.



miércoles, 16 de marzo de 2011

Primavera


De nuevo se inicia el ciclo ...
si es que un ciclo tiene inicio...
La semilla adormecida por el rigor del invierno,
vuelve a la vida, y con ella, nuevas esperanzas.
Cambia la estación, el viejo oak se ha deshecho de sus hojas,
y entre los verdes brotes hospeda otras vidas, pajarillos emigrantes,
ardillas de visita, parejas de mil especies se cortejan entre las ramas,
como una gran ciudad que crece para ser anfitriona de las vidas y las muertes.
El paisaje cambia tímidamente pero inexorable
y todo se prepara para la vieja sinfonía en la que la primavera canta.


martes, 1 de marzo de 2011

A LA DERIVA



Como barco a la deriva, sin ancla ni rumbo
hoy recalo en este puerto,
no sé por cuanto tiempo.
He visto otros barcos de hierro oxidado,
definitivamente anclados
donde nacen,
donde comen,
donde hacen suyas las aguas que los mecen,
donde yacen felices a veces,
sin el peligro de mares turbulentos,
lejos de la furia de los vientos.
A veces envidio su calma,
el respiro de su alma
de hierro, de su quietud ausente,
y miro al cielo.
Gaviota soñadora,
sobre las aguas,
entre las grises nubes,
tiemblas, subes ...
mientras calientan sus asientos.
Ha llegado el momento,
debo partir,
cuando regrese...
sé que estarán ahí,
esperando el eterno reflujo
de la marea,
y criticando el dibujo
que dejó en el mar, mi estela.

Habladurías





Estoy cansado, no puedo terminar este insípido consomé.
Todas las críticas resbalan contra mi armadura y se deshacen
como disparos de miel.
El fuego del desierto está derritiendo el magreb.
A la vieja Europa se le están quemando los pies.
La Luna palidece como "La mort de Marat" que pintara Jacques-Louis David.
con aura revolucionaria plateando las arenas y las casas encaladas del oasis.
Esa luna que se mira en la laguna
Dicen que son malos tiempos, pero suena antiguo, como el eco incesante de la historia.
Hay rumores de resaca en el rompiente.
Habladurías impresas en plasma y en papel,
para que nada cambie, transformando con desdén
esos miedos, esas ansias, esas luchas sin cabeza ni pies,
en números rojos que tiemblan en las pizarras eléctricas
en dientes de sierra, en toboganes hacia un precipicio desconocido.
y mientras tanto se enfría el caldo que una vez fué un consomé.