martes, 13 de mayo de 2014

La Sospecha (V)



...Continuación (IV)

El viaje se hizo largo, los interminables tiempos de espera en los aeropuertos, tan parecidos a las ciudades, con las tiendas de regalos abiertas, los bazares y restaurantes, y los viandantes con prisas por los corredores o descansado tendidos como los vagabundos de la ciudad, la única diferencia es que algunos arrastraban pequeñas maletas con ruedas y el cielo estaba cubierto por plafones de escayola.
Una vez en España, Sara se instaló en su viejo apartamento que la ausencia poco había cambiado.
Abrió las ventanas dejando que la atmósfera se llenase de dorados puntitos danzantes al ritmo de un rayo de luz y levantó la tapa del piano.

Pasaron los días casi sin darse cuenta, ordenando libros y partituras y recobrando el contacto con los viejos amigos, hasta que llegó su hermano Luis, y se reunieron en el apartamento.
Le puso al corriente de todos los pagos y los ingresos como lo hiciera un buen contable, las deducciones por los impuestos y le extendió una tarjeta de su nuevo representante, disipando toda sospecha acerca de su responsabilidad en la administración de sus bienes.
Sara se mostró agradecida y le preguntó por Rut y los niños.
-Están en casa.
Se limitó a contestar Luis, que siempre fue reservado respecto a los suyos, pero ésta vez se notaba que algo había cambiado.
Unos días más tarde Sara se enteró que Rut le había abandonado. Se llevó a los niños a Barcelona a casa de su madre y había puesto en el juzgado una demanda de divorcio, acusando a Luis de malos tratos e injurias, por lo que solicitaba la vivienda familiar y una cuantiosa asignación de mantenimiento, aparte de los bienes que pudieran corresponderla como gananciales por los 12 años de tortuoso matrimonio.
Ahora era Luis quien estaba en la ruina y acusado injustamente de maltratar a su mujer y a los niños. La catástrofe que acecha a cualquier persona se había cebado sobre la cabeza de un inocente sin dar lugar a la sospecha.
                                               

                                                        F I N



5 comentarios:

  1. Triste que un matrimonio no pueda separarse en buenos términos.
    y sobre poderes generales, te diré que estoy de acuerdo con el notario, nunca deben darse, sino específicos y limitados a un tema concreto, para evitar una posible ruina. Un abrazo grande desde mis vacaciones, pero siempre recordando a los amigos, por eso vengo a saludarte

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  2. Hola, Spa.

    Estoy en contra cualquier tipo de violencia que se ejerza sobre los más débiles, pero también contra aquellas que denuncian falsamente.
    Me pusiste los pelos de punta.
    Besos, payasete.

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  3. Spa, y lo mas brutal es que no haya tanta ficción. - Bravismo -

    Besos inmensos ♥

    tRamos

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  4. Tus textos denotan la magia que tienen adentro

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  5. La vida y sus bofetadas, siempre alerta, siempre dispuesta a propinarlas...
    Pero ahí está Sara...
    Un beso.

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