jueves, 3 de mayo de 2012

MUTISMO






Como histriones de una tragedia griega alzamos los brazos gritando NO al mundo, al gobierno, al sistema, pero cuando termina la función y de regreso a casa, pensamos en nosotros, en nuestras familias, en "lo mío", en los problemas domésticos que alcanzamos a solucionar.
Quizás sea culpa de la educación o de la historia de España, precisamente el echar la culpa a algo o a los otros de nuestros males.
No es el sistema capitalista lo que está en crisis, sino el sistema español. Se ha pasado del mutismo de cuarenta años de dictadura, al mutismo democrático. Se abrieron las puertas a la democracia y entramos en tropel a un mundo desconocido para varias generaciones, sin una base real, como quien entra en un sueño, pero sin dejar el comportamiento costumbrista de épocas pasadas.

Para que algo salga adelante, primero debe de haber un proyecto, una alternativa factible o imposible al principio, pero algo sólido donde se pueda edificar el nuevo proyecto aunque haya que renunciar a privilegios pasados. En el esfuerzo de la sociedad por conseguir un bienestar al nivel de los países con mayor tradición democrática, revindicamos los mismos derechos, las mismas oportunidades y los mismos servicios sociales, pero nos olvidamos de prestar las mismas obligaciones y sorprendentemente todo empezó a funcionar de esta manera, como a quien le toca la lotería y no sabe en que gastar lo recibido.
Importamos consignas decimonónicas como burguesía, proletariado y sindicatos de clase que ya estaban superadas desde hacía tiempo,  cuando se produjo el cambio en la conciencia social europea en la época post-industrial. Mientras en los países del entorno se especializaba la mano de obra, España seguía siendo el país de la "chapuza" y el escaqueo donde era fácil mantenerse con el mínimo esfuerzo.
Se veía a la empresa como el enemigo que nos explota y nos hace trabajar y había que luchar en su contra, exigiendo cada vez más fiestas, más dinero, más beneficios mediante los convenios colectivos.
En estas condiciones las empresas empezaron a mirar hacia otros países con menos conflictividad y más productividad y poco a poco se fue desmantelando el tejido empresarial. Quedando en situación privilegiada los funcionarios y los trabajadores del estado que aún mantenían la actitud de "quien no llora no mama" y otras por el estilo...tan españolas...
Si miramos, no solo los derechos sino las contraprestaciones que se aportan en el ámbito laboral en otros países, veremos las diferencias. En EEUU o los países Nórdicos hay otra visión del trabajo y de los trabajadores respecto a la empresa ...Hay que empezar dando para que te den, en vez de cerrar el círculo de "como no me dan, no doy"...
No es el miedo, cómo dicen, lo que causa este mutismo y esta sumisión del pueblo ante los acontecimientos, sino la  falta de alternativas y de visión de futuro, el no querer ni oír hablar de cambios en la conducta social, el cerrar los ojos ante otras posibilidades que resultan incómodas a la dejadez acostumbrada.

Mientras no se produzca un cambio de mentalidad en la sociedad que lleve consigo nuevos comportamientos sociales, no se podrá recuperar la inversión y por lo tanto se mantendrá la recesión hasta lo insostenible que nos obligará a empezar desde la nada.






10 comentarios:

  1. Muy acertado tu análisis. Aplica a la realidad de muchos países en crisis.

    Un saludo.

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  2. Me levanto y te aplaudo ya va siendo hora de que dejemos atrás patrones arcaicos y obsoletos para mirar a un futuro con nuevas ideas

    Un besote

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  3. Ah me lo llevo al Facebook y a twitter con tu permiso
    Más besos

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  4. Spaguetti..." Mutismo "

    Mis deseos que pronto restablezcan lo que se ha perdido con fe y esperanza de un paìs mejor.

    recibe mis saludos desde Argentina

    un beso

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  5. No tendremos más remedio que encauzarnos,recalificarnos y asumir un cambio total de actitud respecto al futuro.
    Creo que tienes razón hasta cierto punto.
    Creo que jamás,como trabajadores y a pesar de nuestra mentalidad acomodaticia y algo vaga...¿? hemos podido competir al nivel de otros países.
    Tal vez, como dices,hayamos dado menos de lo que debiéramos,pero tampoco hemos, material y económicamente hablando,rozado tan siquiera el nivel de vida de otros lugares.
    Se nos ha tildado de vagos, de festivaleros,de mil cosas...
    Y a mí,me parece muy triste que nadie hable de los sueldos ínfimos,de las horas muchas,del trato vejatorio en tantas ocasiones del empresario hacia el trabajador.
    Que no se hable de la pésima gestión de los políticos cuyos bolsillos están llenos y esos,sus desmanes que han sido descomunales y en cierto modo,base para una crisis fulminante como la que tenemos.
    No considero justo,si me permites decirlo,que toda la culpabilidad recaiga sobre la sociedad española y su mentalidad,en su mayoría, trabajadores de a pie.
    Las altas cumbres deberían haberse mojado y ni lo han hecho nunca ni lo harán.
    Pero sí, nosotros los de siempre,cambiaremos la mentalidad,trabajaremos más, daremos más, rendiremos al máximo porque si encontramos trabajo,será un tesoro.
    Y calladitos,con la cabeza gacha y las orejas rojas de sentimiento de culpabilidad, gracias a ese pensamiento cada vez más unánime sobre los españoles,pero no de todos,claro...
    Sólo de la plantilla.
    Lo peor...es que es un pensar desde dentro,para desgracia nuestra que nosotros mismos nos encargamos de proyectar!
    Lo siento,perdóname si me extiendo excesivamente,pero no puedo acatar como una obeja toda la culpa de ese pensamiento que nos lleva a ser el hazme reír,la burla, el mal ejemplo...
    Un beso.

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  6. Marinel, Preisamente, no se trata de ir a trabajar "calladitos, con la cabeza gacha y las orejas rojas de sentimiento de culpabilidad" porque ninguna empresa moderna aceptaría contratar semejante plantilla de enrabietados trabajadores forzosos, todo lo contrario, en estos tiempos se valora la buena disposición y la sonrisa, las ganas de salir adelante por méritos propios.
    La revolución industrial ya pasó y hay que actualizar la mentalidad a las nuevas formas de trabajo. Si hay reminiscencias del pasado en algunas empresas españolas también debieran de actualizarse y si el trato es "vejatorio" habrá que denunciarlo. Pero la empresa no es el enemigo del trabajador sino que el trabajador es la parte más importante de la empresa. Si miramos afuera, a las nuevas empresas asociadas a Internet o a las redes sociales por ejemplo, veremos las buenas relaciones entre el trabajador y la empresa en estos tiempos. Pero si seguimos como en el pasado, mirando con los ojos de la envidia, pensando que somos explotados y que valemos mucho más de lo que ganamos, no dejaremos nunca de ser esclavos, esclavos de nuestra propia mentalidad roñosa.

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  7. Valorarse a si mismo, merecerse algo mejor, no tiene nada que ver con la envidia, si no con la no aceptación de las condiciones explotadoras en la que eres tratado.
    Otra cosa diferente es que quizá haya que buscar nuevas formas de lucha.
    Un abrazo.
    Mercedes.

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    1. Mercedes, Me refiero a valorarse a si mismo en lo profesional con respecto a otros profesionales del mismo rango, al sentimiento patrio de que somos los mejores y no siempre es así. La envidia es otro de ellos, cuando se miran los bolsillos de los demás pensando que "yo en su lugar hubiera hecho lo mismo". No quiero confundir cosas distintas. La nueva lucha debe de ser pacífica con el ejemplo y con alternativas válidas.
      bssoss.

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  8. Lo cierto es que nos gusta quejarnos desde la comodidad de nuestras casas. Hay muy poca movilización contra todo lo que está ocurriendo en nuestra querida España. El problema es que nos falta conciencia. Somos esclavos y esto va a peor.
    Pronto veremos caer muchas cosas, hasta ahora, establecidas. Los viejos paradigmas se derrumban. Algo nuevo tiene que surgir de todo esto. Y para que un buen cambio se dé, muchas cosas tienen que morir.
    Marinel tiene parte de razón, y tú, también...
    Besos

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  9. Lo más importante es que tomemos conciencia de que somos más: y que nos consideran consumidores de lo que producen. Sin nosotros no son nada.

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