domingo, 14 de abril de 2013

La erótica de la inocencia (XX)





Los Jueves era el único día en que Sofía salia más temprano de la facultad en la que cursaba su último año. Marco debía quedarse a la reunión semanal de profesores que a veces se prolongaba hasta entrada la noche.
Aquel jueves dejó al niño solo en casa y salió corriendo en dirección a los suburbios con la intención de volver a ver a Carlos de nuevo. Había tenido que poner en práctica sus artes persuasivas y disuasorias de cualquier señal o interés por esa visita, ante los ojos de Marco.
Llegó temprano al taller mecánico, donde lo vio la semana antes, y se asomó entre los cascarones de los coches amontonados por todas partes. Se escuchó un martilleo metálico bajo el portón, donde Carlos, envuelto en sudor, golpeaba una pieza sobre un tornillo de acero.
-¡Sofía! exclamó al verla y sobraron más palabras. Se enredaron en un interminable abrazo llenándose las bocas con la mímica de las lenguas que jugaban en una única, mutua y oscura caverna. Él le lamió las lágrimas y ella su sudor y los sabores se mezclaron con todos los efluvios que exuda el cuerpo humano. Sobre el asiento desvencijado de un viejo Chevrolet le arrancó la ropa interior bajo la falda y ella lo recibió con la misma pasión salvaje que la primera vez en la biblioteca vacía de la facultad, cuatro años antes. Después, él se encendió un cigarrillo y ella se apoyó dulcemente en su hombro redondo y brillante.- ¿Dónde está el niño?- Preguntó Carlos soltando una bocanada de humo azulado. - Está durmiendo - dijo ella. - ¿Te has vuelto loca?, ¿Cómo has podido dejarlo solo?.-...- Si, tienes razón, tengo que irme-...- Mañana lo traes contigo. Quiero verlo, porque también es hijo mío.- ... -Mañana no puede ser, pero lo traeré la próxima semana-.
Se despidieron con un largo beso y él se quedó mirando su andar ligero, y su cuerpo oscilante dentro del vuelo de su falda sin nada debajo que lo apretase.
Sofía corrió pletórica de una felicidad casi olvidada y mientras llegaba a la casa resoplando por la carrera, recordaba el lejano día en la biblioteca vacía, cuando Carlos la dejó embarazada y su rechazo cuando se lo dijo y le pidió que abortara. Volvió a visionar aquel día en que la llevó en su coche con dos amigos y las bromas que le hacían llamándola mamá.Y cómo, por amor a Carlos, cedió al placer de sus amigos con lágrimas en los ojos y tragó la tierra que le dieron para provocar el aborto y así evitar ingénuamente que tuviera el niño de Carlos.
Pero había pasado el tiempo y todo aquello se disolvía en la bruma de la memoria, enredándose con los recuerdos adolescentes y con las imágenes que quedaron grabadas a fuego en su corazón y en su mente enamorada.


11 comentarios:

  1. Precioso texto y la música...ummmmm. He pasado unos momentos estupendos con el conjunto.
    Gracias.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Hola, Spa.
    ¡Guaaaau, qué historia!
    Ese Carlos, por muy padre que sea de su hijo, tiene que borrarlo de su RAM. Volverá a hacerle daño; se lo dices a Sonia, cuando la veas.

    Un beso muy grande, payaso guapo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Towanda! me alegro de volver a verte!...No conozco a Sonia, pero di te refieres a Sofía, le daré recuerdos de tu parte. jajajaja
      bsosss guapa.

      Eliminar
    2. Jajajaja, a Sofía, se los das a Sofía... Voy como un huracán, ¿te das cuenta?
      Disculpa el error... Me perdí con los nombres.

      Un beso muy fuerte.

      Eliminar
  3. Me tienes enganchada a la historia,a ese musicalizar cada capítulo de la manera más idónea para que la música proyecte tus letras.
    Debo se muy mayor...lo asumo, porque no logro entender un amor como el que siente Sofía.
    Mi mente ya va por delante mío,como es habitual, e imagino un próximo suceso doloroso a la vez que necesario.
    No digo qué es lo que imagino,no vaya a ser que no se corresponda con lo que gesta tu intelecto,así que lo dejo ahí hasta la siguiente entrega.
    :)
    Y lo del niño solo...no tiene perdón,aunque advierto también,todo he de decirlo,el torturado sentir de esta mujer.
    Besos.

    ResponderEliminar
  4. Te sorprendería conocer todo lo que uno puede llegar a hacer por amor. Por amor se han emprendido las más increíbles hazañas. Por amor se mata y también se muere.
    Marinel, tu intuición me ayuda a imaginar un rápido desenlace.
    ...y no eres tan mayor mientras sigas con esa "poética ingenuidad" tan tuya.
    un bsazo

    ResponderEliminar
  5. Los recuerdos quedan en la memoria, esos no podrán nunca romperse.

    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Los recuerdos no responden a estructuras fijas María,sino que oscilan con el tiempo al igual que la memoria.
      Muchas gracias por participar. Ahora que estoy pendiente del final de esta historia, pienso que la estamos escribiendo entre todos, como una canción en la que yo solo pongo la música y las palabras son vuestras, surgidas de vuestros comentarios y de vuestras opiniones, que agradezco enormemente.

      Eliminar
  6. ya te iba a decir que al chico tendrían que hacerle una prueba de ADN para saber quien era el padre, cuando sigo leyendo jajajajajajaja me cambiaste el guión ¡caray! ya no es una brutal violación múltiple, sino sexo múltiple consentido jajajajajaa.
    Pero es la primera vez en mi vida que oigo que puede abortarse ¿tragando tierra? Explícame eso, porque no lo entiendo.... ¿es una creencia popular, tal vez?

    ResponderEliminar
  7. Ahhh me olvidaba: ¡Fantástico Berlioz! hace añares que no lo oía.... añares...... ¡¡gracias!!

    ResponderEliminar