martes, 2 de abril de 2013

La erótica de la inocencia (X)




El silencio de Sofía Phillimore descubrió el olvido.
Como si hubiera nacido ya embarazada, y la vida comenzara con el ser que llevaba en sus entrañas.
Solo era un medio, la roca donde nace el musgo, el pistilo de una flor silvestre sin estambres ni colibrí que la hubiera polinizado.
El cambio de destino y de clima favorecía su voluntario aislamiento. Carecía de vida anterior porque no llegó de ninguna parte y todo lo que la rodeaba era nuevo, tan desconocido para ella como ella para los demás.
Siguió los dictados de su cuerpo para dar a luz sin asistencia alguna. Lo entendía como algo natural y quiso que su hijo así naciera. Cuando llegó el momento, abandonó los estudios y se recluyó en su vivienda diáfana al sol del sur en invierno . Allí oyó llorar al niño entre las sordas campanadas del mediodía y lo alimentó con sus pechos henchidos y perfectos.
Del olvido llegó la música que la hizo vivir en otro tiempo, cuando el arco iris coronaba los montes azules tras los campos yermos, y por un momento se le apareció el hombre que guardaba sus secretos.
Aquel que había partido antes de que ella llegara, dejando el mundo vacío de esperanzas y de savia, que se llevó los libros y los sueños al lugar donde ella estaba.
Solo quedaban los versos en su correo, que leía cada mañana con una atención dispersa como la bruma del alba, y la adoración por la ópera que él la inculcaba.
Pasaban los días pletóricos de luz viendo crecer al pequeño, cada gesto, cada lamento, era una señal de la vida, de una vida regalada que no debía pasar un instante sin ser aprovechada. Sofía rompió el silencio, que engendró el olvido, repitiendo en su lenguaje las palabras que inventó el niño al que puso por nombre Marco, como aquel profesor viajero que un día ocupó sus sueños.



4 comentarios:

  1. Por Dios, Spaguetti...
    Únelos ya que estoy sufriendo una barbaridad con esa distancia dolorosa y de apariencia insalvable!
    :)
    Más besos.

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  2. Una marcha triunfal hacia el olvido, reina el silencio que estalla roto en llanto recién nacido, regresan las notas y los versos, la palabra Marco despierta los sueños reflejados en ojos de niño.
    Una serie muy intensa sobre la erótica inocencia, un paseo por tus letras sugerentes que son un obsequio precioso. Besitos.

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  3. Sofía está esplendorosa, parece ser, en su marcha triunfal maternal...

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