martes, 24 de julio de 2012

LA CITA

LA CITA


Es joven.
El ovalo de la cara perfecto, las fibras de los músculos alargadas se prolongan a lo largo de  su cuerpo radiante a la luz huidiza de este único instante.
Es bella.
Suaves promontorios palpitan al ritmo de la respiración y de las horas.
Voz líquida de cántaros y ríos, con ecos de espuma y azucenas.
Orgullosa de su alquimia, vuelve en oro lo que toca.
Es ella.
Siempre igual y siempre cambiante, caprichosa de brisas de tul y ocasos de muselina.
Impaciente y coqueta cambia de vestido cada día, para que haga juego con el paisaje.
La tarde no espera 

5 comentarios:

  1. Da igual si la tarde no espera o si la luz huye hacia la noche empujada por el capricho de la brisa, siempre nos quedará este único e irrepetible instante, este preciso momento en el que lees este comentario mío...

    besicosssss

    ResponderEliminar
  2. Se me hace dulce, esplendorosa y....enigmáticamente huidiza.

    Me ha gustado especialmente este daguerroptipo.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  3. Me encanta cuando la luz baila con las sombras sin llegar a desaparecer una y aparecer la otra mientras en el cielo Venus las contempla radiante

    Un beso

    ResponderEliminar
  4. Joven, bella, hermosa y misteriosa como el tiempo.

    Eres un malabarista de las palabras.

    Saludos afectuosos.

    ResponderEliminar
  5. Hermosos versos a la caída de la tarde que dan paso al brillo de la noche.

    Un beso.
    Mercedes.

    ResponderEliminar