miércoles, 29 de enero de 2014

Marea baja




Hay un lugar donde el agua se aleja de la orilla dejando al descubierto estrellas y caracolas marinas. No hace mucho tiempo que inundaba las raíces de los manglares, que ahora permanecen sedientos.
Hay un lugar donde las Musas se enfrentaron con las Piérides en un concurso de canto y la belleza de sus voces hizo crecer las orgullosas montañas. Cantos de esperanza cuando la marea baja, y las aguas se retiran a profundidades lejanas.
Hay un tiempo para pensar, un paisaje yermo donde antes hubo cosecha y que ahora permanece en barbecho.
Hay marea baja y la tierra se esponja y emerge haciendo las orillas más anchas. Cuando retroceden las aguas, dejan el fértil limo del fondo que se fecunda con nuevas ideas de las que surgirán caudalosos ríos que se irán llenando de vida.
Hay rugidos de resaca que claman a los vientos de poniente, para que les envíe la unidad y la fuerza necesaria para volver a atacar el rompiente.
Hay anfibios sueños sumergidos en tenebrosas aguas estancas, que esperan salir a la luz, como crisálidas de mariposas blancas.
Hay un pescador en la orilla que espera, con infinita paciencia, a que suba la marea.
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2 comentarios:

  1. ¡Que así sea! Inspiradora reflexión, honda y bellamente escrita.

    Un abrazo, mi querido amigo Spaghetti ;)!

    Fer

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  2. Hay tiempos en la vida de marea baja, como en la Naturaleza...

    Me gustó la palabra "manglar", no la conocía.

    Besos

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