lunes, 28 de octubre de 2013

La clase política

La falta de esperanza, lleva a una situación de indolencia generalizada. En la burbuja del poder no entran las protestas. Demasiado ocupados en la escalada de puestos de relevancia en la omnipotencia, que dejan de pertenecer a la sociedad, a la que identifican con el populacho, con la chusma. Herméticamente cerrados en sus palacios protegidos, no les llega el olor de la basura, del desencanto del pueblo al que desprecian. Se hacen regalos caros, de marcas de moda, de bolsos y zapatos, trajes de alta costura y se porfían la escolta.
Se sitúan en la corte, alejados de la miseria y de la responsabilidad que tienen los que la crean.
Ésta es la clase política que nos gobierna, al igual que en la edad media, al igual que en todas las épocas.
Nadie cree en la justicia, que beneficia a los corruptos, a los ladrones y protege a los asesinos. Sin embargo reprime a los que atentan contra sus propiedades o sus intereses.
Nadie cree en la política como un bien general, sino como un espacio selecto de una clase privilegiada que no duda en endeudar a un país entero para repartirse los beneficios.
Siguen ajenos al sufrimiento. De la cama al "tea party", a sus exquisitas relaciones cortesanas, donde no llega el dolor ni el sudor; todo eso les apesta a inmundicias y esa distancia les hace más grandes ante los suyos, los que no pertenecen a las masas sucias y hediondas
Se miran en el espejo de los faraones, de los elegidos, de los ungidos. Tan alejados del pueblo que ni siquiera piensan en él como sus siervos, como sus súbditos que les deben pleitesía, y el contacto con las gentes les repugna.
Ésta es nuestra aséptica clase política que toma las decisiones que nos afectan.


13 comentarios:

  1. http://www.lanacion.com.ar/1584820-un-creciente-agotamiento-moral

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  2. Los que miran sólo por ellos, que sólo se preocupan de ganar las elecciones y para ello utilizan las mentiras para alcanzar esos votos, y después de estar ahí, no tienen en cuenta al pueblo, como si estuviéramos en una dictadura.

    Un beso.

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  3. No importa el país, parecen cortados por la misma tijera.
    Un fuerte abrazo.
    HD

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  4. Así es, esa es la casta política que nos mangonea ajena por completo a las necesidades de un pueblo, que no puedo dejar de decir, de tan exhausto, se da por asumidor indolente de tamaña desfachatez.
    Luego se hacen protestas y que pocos salen aunque sea a vociferar, que es poco, pero desahoga una barbaridad.
    Una colilla bajos las suelas de sus carísimos zapatos, eso somos.
    Besos.

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  5. Hola, Spa.
    La clase política me da verdadero asco... Y me da igual el color de su chaqueta; van a su enriquecimiento y les importa un bledo los que ocupamos la base de la pirámide.
    Besitos, payasete.

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  6. El gran problema de esta casta de políticos es que, con el silencio de los ciudadanos, se han instalado en un mundo en el que ya no tienen ideales sino intereses. Y una vez que llegan ya no quieren marcharse.
    La gran pregunta es si los ciudadanos lograrán tejer una red de presión sobre ellos.

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    1. Buena propuesta: los ciudadanos debemos recuperar nuestro lugar en la vida pública.

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  7. La sociedad está dormida, nada les despierta, no entiendo que es lo que debe descubrirse en la clase política para que de una vez por todas salgamos a la calle a gritar bien alto y de forma pacífica un BASTA YA...

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  8. A los políticos les digo yo...

    Y te llamas esperanza,
    ofreciendo finitos de angustia
    y te llamas esperanza
    en luz trémula…,
    sin vida.

    Y te llamas esperanza
    removiendo de la tierra
    primaveras con las manos,
    sin vergüenza
    ni vestigio de tristeza
    que pudiera humanizar tus miras.

    Y te llamas esperanza
    cuando ahogas existencias,
    dentro de la miseria más indigna.

    Y te pasas la mano por el hombro,
    te consuelas mientras vidas extirpas,
    -de lo malo, es lo mejor-
    te dices en silencio
    mientras al espejo te miras,
    consolando tu pudor
    si es que alguna vez reparaste en ese color.

    Y sigues manteniendo,
    que es lo justo,
    merecido,
    impuesto
    y establecido.
    Que no hay más cánones que los tuyos,
    ni más leyes que las impuestas
    desde la confianza perdida
    y en la mesa los enseres,
    pero lo importante son “tus hijos”

    Y te llamas esperanza
    mientras el futuro
    vas hipotecando a la desidia.

    Y a pesar de los cadáveres
    dejados al paso
    te denominas esperanza,
    porque la conciencia no te chirría.

    ¡Ay de mí, simple mortal!
    mi nombre figura en lista,
    estremecido y oprimido
    con los ojos bien cerrados
    y sumiso a tu perfidia.

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  9. Intento no perder la esperanza pero por muchas vueltas que le doy no logro encontrar un atisbo de luz que me haga caminar hacia ella.
    Besos enredados.

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  10. Creo que ya viene siendo hora de que los ciudadanos exijamos a la clase política renovación, transparencia y un bien hacer en sus gestión de la cosa pública....y

    Besos, Spaghetti (gracias por tus lindas palabras en mi ángel)

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  11. Los de arriba tienen mucho morro... Un abrazo desde Murcia...

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  12. Oye, según te leía y voy en serio me recordabas a la antigua Roma en todo su esplendor, para los esplendorosos...aquellos que vomitaban para seguir comiendo, aquellos que crearon el Coliseo etc. etc.

    Spaguetti, sabes lo que dices y como decirlo.

    Besos muchos ♥♥♥

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