viernes, 13 de septiembre de 2013

Libertad






La Libertad quizás no exista en términos absolutos, como la felicidad - la principal consecuencia de esa utópica libertad- o al menos nadie ha conseguido elaborar una definición acertada. Pero se ha escrito mucho sobre la libertad y todos hemos pronunciado muchas veces su mágico nombre. Precisamente John Stuart Mill en su gran obra "Sobre la libertad" tampoco la encuentra en su total inmensidad en el individuo, sino que la limita al encontrarse con el perjuicio causado a otro. Aún así, he disfrutado leyendo a Mill y comprendiendo su entorno, reclamando a la sociedad el sitio que corresponde al individuo, a la mujer y a los hombres de diferentes condiciones, convirtiendo la libertad del individuo en la libertad de los individuos.
Por la libertad se debe luchar, ya sea contra la sociedad que trata de imponernos su moral y cargarnos con el fardo de sus costumbres, contra la moral que nos dice que es lo bueno para nosotros sin darnos la opción de decidir, o ya sea contra nosotros mismos, -ah! la mas difícil de las luchas-, cuando confundidos, perdidos, buscamos el desapego y la independencia de aquellas amarras que día a día hemos atado en torno nuestro.
¿Cómo ser libres si siempre estamos en deuda? si toda relación es de dependencia y nunca saldaremos esas deudas porque ocasionaría la destrucción de las relaciones de las que dependemos y necesitamos. Acreedores son los padres que han dado vida, cobijo y alimento a sus hijos y deudores los que todo esto han recibido.
Una vez, creí ser libre, al no tener ya padres ni tampoco hijos, pero tengo otras deudas afectivas a quien debo mi felicidad y el dolor al tratar de liquidar esa deuda es aún más grande que mi libertad.

7 comentarios:

  1. no son deudas es un algo que te da libertad diferente... pero al no hacerlo por obligacion, sigue siendo libertad, mientras se sienta cada persona con la ilusión y deseo de sentirlo..... no se debe de perder la vision de cada reja....... La mar, la arena parece que en su amplitud todo es igual, no se ha de aprovechar todos los espacios........ seguro que se disfrutara en total BELLEZA.
    Precioso Marcelo, como siempre tu exquisitez es de una sensibilidad maravillosa. beso, Visitante del universo.

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  2. Creo que la plena libertad solo se puede alcanzar en los sueños.

    Un beso.

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  3. Se ha hablado,habla y hablará tanto y siempre de ese concepto!
    Y qué es en realidad la libertad en realidad,querido Spaghetti sino un algo etéreo forjado en el pensamiento a fuerza de actos,a veces a solas,desde dentro y otras en conjunto?

    No podemos ser libres si oprimimos o nos oprimen aniquilando nuestra individualidad y su potencial,como tampoco-por mucho que podamos sentirnos-seremos libres si sojuzgamos a alguien.
    Y no hablo de fuerza física,sino de cualquier manera de esclavitud por muy sutil que esta pueda parecer.

    Como bien apuntas,somos deuda y deudores de libertad y en ello juegan-en mi opinión-una parte,sino la más importante, los sentimientos. Estos,pueden llevarnos a pensar en ser libres,o como en tantas ocasiones, incapaces de desligarnos de ellos, nos llevan a sentirnos prisioneros.

    No creo que exista la libertad absoluta,por supuesto, tan solo y como en la felicidad,sólo instantes libertarios, momentos luchados, batallados por conseguirlos y alguna vez,regalados de manera inesperada por esta vida tan desequilibrada.
    Perdona la retahíla,¿sí?
    Me he tomado la libertad de explayarme,ja,ja,ja
    Besos.

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  4. Amigo, te encontraba a faltar, me encuentro a faltar a mí misma, regresaré como tú, a mi ritmo, líbremente dentro de lo posible.
    Para la libertad sangro vivo y pervivo...dijo el poeta.
    No tiene más límites que aquellos impuestos o los que nos imponemos, empieza libre y termina en el límite de la tuya, respeto. Indefinible o imposible, utopía o sencilla, del día a día sencillo, una chispa, un color u olor, el beso.
    Nos vemos, gracias por la visita, otro beso.

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  5. Es duro el dolor como precio a la libertad, pero peor es el dolor del no hacer nada. Son las difíciles elecciones que nos depara, cada día, la vida.

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  6. La peor de las cárceles...cuando somos esclavos de nuestros propios pensamientos que nos impiden dar rienda suelta a los sentimientos para poder ser y realizar nuestros sueños...siempre estando atados, de una forma u otra, seguiremos luchando por alcanzar la dicha que supone ser verdaderamente libres...

    Besos...

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