lunes, 20 de mayo de 2013

ZOROASTRO







Nació con una sonrisa en los labios y lo llamaron Zoroastro o "La estrella de oro" porque todos pensaron que era un regalo de Dios por ser virgen su madre de tan solo 15 años de edad.
Aprendió pronto a hablar refiriéndose a cosas profundas y haciendo preguntas que ningún adulto sabía responder.
Comprendió muy temprano la confusión que creaban sus afirmaciones entre las gentes y se retiró a una cueva en las montañas por un periodo de siete años, donde aprendió de la soledad.
La soledad le enseñó las estrategias para que en la lucha del bien contra el mal, el bien que habita en los hombres salga victorioso, porque la esencia de los hombres es buena, confiada y generosa, a la que  puso por nombre Ahura Mazda y al ente maligno lo llamó Ahrimán que era hermano gemelo del bien.
No se extraño de la incomprensión que le rodeaba al explicar sus experiencias y revelaciones porque en esa parte tan belicosa del mundo, situada entre el Irán y el Afganistán de hoy; se siguiera confiando en lo ya conocido, en lo familiar, en lo que la tradición venía enseñando desde antiguo; rechazando en consecuencia, cualquier cambio en las costumbres heredadas. Pero Zoroastro comprendió que los hombres eran libres en su elección, incluso aquellos que eligiendo a Ahrimán se equivocasen.
Durante siglos se trasmitió por vía oral el Avesta, la doctrina de Zoroastro promulgada mil años a.C. y recopilada en cinco libros y unos cánticos sagrados llamados Gathas, que tuvieron gran influencia en las religiones monoteístas posteriores como el Judaísmo el Cristianismo o el Islam.

Desde entonces, el mundo se ha ido llenando de los "elegidos", de profetas y mesías, de salvadores de la humanidad, de iluminados visionarios, de catastrofístas ... pero el mundo sigue en pie, sobreponiéndose a duras penas al dolor y a la muerte anunciada, sin vencedores ni vencidos en la lucha del bien contra el mal o alternándose en las victorias y en las derrotas. Pero acumulando los conocimientos adquiridos por la humanidad generación tras generación, como una evolución permanente e infinita del espíritu insaciable de los hombres.
Hoy hemos llegado hasta aquí, quizás sea solo un punto insignificante del camino que queda por recorrer, porque ni siquiera conocemos con exactitud el punto de partida; pero no es por casualidad, ni porque se cumpla ninguna profecía sin fecha, sino como consecuencia de lo ya vivido, de los aciertos y los errores cometidos, por el pasado conocido, inventado o imaginado; que nos ha traído a esté preciso momento. Si mirásemos hacia adentro en vez de buscar una excusa exterior; llamémoslo Dios, Origen o Destino; que responda a los enigmas; tomaríamos conciencia del compendio espiritual que es el hombre.

5 comentarios:

  1. Se me ocurren muchas cosas que decir a tu escrito,pero me ha venido a la mente un cuento sufí que vendría bien para apostillar tus letras.
    Lo he buscado en la red para no copiarlo de mi libro-es un poco largo tal vez,aunque no para mí-
    Te dejo el enlace de donde lo encontré. Se llama Nómadas del viento.

    http://www.personarte.com/nomadas.htm

    Besos.

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  2. Gracias Marinel por tu cuento del desierto. El espíritu inquieto de los hombres se manifiesta una vez mas.
    Un bsazo.

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  3. "What´s in a name?
    That which we call a rose
    By any other name
    Would smell as sweet."

    William Shakespeare, Romeo and Juliet,
    Act II, Scene II.

    "¿Qué importa la palabra que me nombra
    Si es indiviso y uno el anatema?"

    "Poema de los dones", Jorge Luis Borges.


    Muchos besos a tanta inspiración azul!

    Fer

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  4. No es el nombre de la rosa lo que huele, sino su esencia. No es la esencia de la comunicación, la palabra, sino un instrumento. No se puede explicar la esencia del hombre, porque no tiene un nombre (todavía).
    Un bsazo Fer.

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  5. Mirar hacia dentro nos abisma. Por eso solemos mirar hacia fuera, con rezo o protesta.

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