jueves, 7 de febrero de 2013

Esperando por ti, Primavera.




Hasta cuando seguirán los días sin ti, las aguas vacías, los tilos sin sombra.
El camino desierto espera tus pasos sediento de savia y flores jóvenes.
La lluvia en el río dibuja tu nombre y lo borra con burbujas para que nadie lo rompa.
Languidecen los días entre infinita y efímera espera.
La trama del mundo y sus prisas, insultan a la paciencia.
Los cantos se esconden en las ligeras plumas de los árboles medio desnudos, esperando tu calor y las rosas te necesitan tanto como yo, Primavera.

Las noches eternas aguardan un sol de vitriolo que tarde se asoma, empañado de escarcha.
Tu tarjeta de visita en los almendros que aguantan, es una puerta abierta a la esperanza.
La cita se acerca y el silencio medita que hacer cuando regreses, a dónde ir cuando despliegues tu cohorte de pífanos y violines entre las margaritas que engañan a los jóvenes amantes.
¡Que acabe el negro invierno que congela los campos y los sueldos!.
Que la Primavera se instale como en los frisos arabescos y cambie a los ladrones de casas por ladrones de besos.




5 comentarios:

  1. Yo siempre digo que cuando Dios creó las estaciones sintió un arrebato,un trastorno transitorio dando rienda a su creatividad.
    Así nació la primavera; inesperada, traviesa,hermosa a rabiar,mezcolanza de humores,sabores y gestos naturales.
    Si pudiese leerte, la primavera vendría a ti ya, porque es sencillamente precioso lo que le has escrito.

    Muy bueno ese toque de humor-negro-sobre la descongelación de los sueldos.
    :)
    Perdona mis siempre particulares comentarios,¿sí?
    Besos.

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  2. Pues donde vivo la primavera parece estar prisionera y deseemos sentir de vez en cuando el paso de otras estaciones más húmedas y frías.
    Como todo en la vida, en su justa medida, mejor.
    Besos de gofio.

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  3. Muy hermoso este canto a la primavera.
    Recordemos que la primavera es revolución, Stravinski nos los hace "oir" muy bien en su Consagración, quizá de ahí la alteración que esta nos produce, y es quizá en esa alteración donde reside la exaltación del espíritu (y el cuerpo)
    Estoy deseando que llegue la primavera (odio el invierno, es largo y plano).

    Un abrazo.

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  4. Hoy he visto que por estas tierras castellanas apuntan los botones en las ramas de los almendros. Confiemos.

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  5. Llegará, todo llega. La primavera también...

    Besos

    Disculpa que me haya demorado en venir a comentarte, no así en leerte.
    Es que he tenido unos problemas de conexión a internet en casa y en el edificio (andaba solo de a ratitos) que por suerte, ya están solucionados, ésto después dela jarana de mi cumpleaños.....

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