martes, 18 de diciembre de 2012

Reír y jugar

Sigo leyendo con avaricia,
aprovechando para descansar al sol de los eternos mediodías, no tengo tiempo para llorar o para hacer lo que hace un hombre en vez de eso. No me importa la soledad que atrapa en un sótano frío ante una puerta que no se abre. Solo puedo reír y jugar, jugar y reír y nada más.
He plantado a la tristeza, que acude con puntual sincronía a una cita que nunca he aceptado.
Hace mucho que he dejado de preocuparme por lo que dicen que debo preocuparme y nada me importa y he descubierto que nada malo sucede. Jugar y reír es lo que me ocupa.
He inventado un mecanismo para volar sin llamar la atención, una píldora que me hace soluble y un reloj para atravesar el tiempo.
Tengo cicatrices del pasado, de abordajes a las naves de la indiferencia, de los dientes del dragón por salvar a una princesa de nunca quiso ser salvada.
Me perdí en la niebla de un naufragio durante tanto tiempo, que cuando encontré el camino, todo había cambiado y el regreso fue imposible.
Me nombraron rey de los olvidos, para gobernar un reino vacío. La nada se postra en mi presencia, y quien sabe si el amor habrá reído y con quién habrá jugado en mi ausencia.

8 comentarios:

  1. Querido amigo, volver a la inocencia del niño es lo que necesitamos todos.....
    Debo aprender de los niños su naturalidad, su forma sencilla de pensar, su alegría, su modo de jugar en la vida. Ellos son mis maestros, los observo, los amo y respeto.
    Felices fiestas!

    ;-)

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  2. Qué bellas palabras para reír y jugar después de todo, guerrero salvador de princesas, ellas se lo pierden, ese reír y llorar e incluso llorar como un hombre.
    Besito delicado en martes.

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  3. Spaghuetti, una buena entrada. Ser niño en el interior y tomarse las cosas como ellos, es la mejor solución...pues ya se encasrgan los demásde borrar la sonrisa con sus maquinaciones. Me ha gustado mucho.

    Un cálido abrazo y feliz tarde

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  4. No importa lo que haya sucedido durante la ausencia. En efecto, plantemos a la tristeza.

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  5. Acabo de llegar a tu rincón a través de otro blog, y la verdad es que sólo me ha dado tiempo de leer este post. Decirte que me ha gustado mucho. Describes perfectamente ese estado al que todos queremos regresar, especialmente en estos tiempos tan difíciles.
    Un saludo.
    Seguiré leyéndote.

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  6. Reir y jugar sacando al niño que llevamos dentro, a pesar de las cicatrices ¿qué mejor que eso?

    Besos

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  7. Todos tenemos tatuadas en la piel las cicatrices del desamor de alguna forma u otra. Pero no todos tenemos lo que tú sí tienes: el alma azul y pura de un niño, una mirada que ilumina donde otros nos perdemos en lágrimas y sombras y el coraje de plantar a la tristeza como un verdadero rey. Sigue jugando este juego de la vida y riendo, que es allí donde está tu reino.

    Besos!

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  8. ¡Que bonito lo que dices! Te felicito por tan sabia decisión.

    Y por último, allá te va un abrazo y un beso.

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