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Hoy es un día vacío, solo hay abrojos en el desierto de la memoria entre los que busco una flor, una señal, una huella que descubra el camino, pero recuerdo: “un camino siempre conduce a un lugar donde otro ya ha estado”, entonces cambio de rumbo entre la maleza, hasta los manglares que denuncian el pantano y sus aguas muertas y así perdido, si, perdido como un loco en las tinieblas, como un duende escondido en el cubil destartalado donde solo se escucha a sí mismo y se guía como un chacal por el instinto. y rendido me entrego a los brazos de una luna cada vez mas escasa.
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Hay días en los que, en efecto, se impone un giro completo...
ResponderEliminarA veces, justo en el momento que uno se siente perdido, tal vez es cuando más se encuentre, y cuántas veces los "encontrados en sí mismos" están más perdidos que un pulpo en un garaje.
ResponderEliminarqué sabe nadie??? (como diría Raphael)
Lo "inevitable" es un placer efímero. Me gusta perderme, no tener un sitio, un tiempo, un motivo que dirija mis pasos. Caminar sólo por el placer de caminar. Jamás he sido tan libre como cuando no he podido evitar perderme. Siempre hay algo dentro o fuera de mí que me obliga a orientarme.
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