viernes, 17 de mayo de 2013
ABRAXAS
El Mago pronunció la palabra ...'Abracadabra! y miro al sol y el sol le mantuvo la mirada con su ciego resplandor.
Envuelto en una bola de luz, como si se juntaran el cielo con el infierno; el mago se entregó a Abraxas una vez más. Y todos los sentimientos y sensaciones contradictorias se fundieron en su solo nombre.
La claridad con que sentía el bien y el mal cohabitar en armonía complementaria, superpuesta, mezclada hasta conseguir un todo uniforme e indisoluble; le hacía tomar conciencia de su propio ser.
En él se fusionaban el amor y el instinto, la culpa y la inocencia, lo femenino y lo masculino, los bajos instintos y el altruismo filantrópico más desinteresado; y muchas cosas más sin que ésta amalgama le llevara a ningún trastorno bipolar. Muy al contrario, se sentía capaz de comprender, analizar y conjugar razonamientos opuestos con la misma brillantez. Eso era Abraxas, en cualquiera de sus 365 mundos celestes, que lejos de cerrar un ciclo anual, evolucionaban en una espiral creciente e infinita.
El Mago se tendió sobre la yerba y sus ojos se cerraron como los de una muñeca antigua. Se sumergió en una profunda oscuridad, acostumbrándose muy pronto a ella, hasta el punto de poder distinguir contornos, figuras e imágenes que ahora surgían de las tinieblas.
Distinguió un hermoso valle abierto que caía dulcemente sobre una pradera donde sesteaba el ganado.
A lo lejos se podía oír el rumor de un arroyo que brotaba de entre las rocas, cuando empezaron a sentirse el jadear y los ladridos de los perros que se acercaban persiguiendo a una angustiada y joven pastora. Y en medio de una paz que parecía imperturbable, el Mago sintió la angustia y el desasosiego que le impulsaban a ayudar a la moza. Entonces se incorporó sobresaltado y sus ojos volvieron a abrirse a la luz incandescente de Abraxas.
Pensó entonces en palabras y números mágicos, en la interpretación semiótica de los signos, en la Cábala y la numerología griega y todo le llevaba a Abraxas y la suma del valor numérico de las letras griegas de su nombre, coincidía exactamente con el ciclo anual de la Tierra.
No era un juego de magia más. Él había estudiado los trucos y escamoteos con los que lograba hacer ver a un público profano, cosas que nunca existieron; o incluso lograr una realidad cambiante mediante la desaparición de ciertos objetos, pero solo él y algunos otros magos conocían los secretos.
Ahora la lucidez que experimentaba al contemplar cómo encajaban perfectamente los polos opuestos, y se mezclaban con la misma intensidad, las sensaciones y los sentimientos; la honradez con el crimen, la belleza con el espanto, los abrazos con el repudio, la corrupción con la justicia...y la facilidad con que se puede pasar de un polo a otro, sin una alteración dramática del orden normal; descubrió que no hay truco, ni engaño y comprendió que todo puede convivir con su contrario, como la música con los silencios.
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Tu texto habla de magia y, lo que es muy coherente, tiene magia.
ResponderEliminarMe encantó este Abraxas que, sobre el final, me dejó pensando.
Un fuerte abrazo.
HD
Este tipo de magia está al alcance de cualquiera que invierta interés en mirar en sus adentros.
EliminarGracias Humberto
Es como si tuviéramos que recurrir a una magia constante para poder equilibrar la multitud de opuestos que habitan en nosotros.
ResponderEliminarA veces con un pase mágico o pronunciando ciertas palabras secretas lo logramos, otras no tanto.
Me gustó mucho esa frase final, da esperanzas de que esa armonía pueda instalarse en nosotros, de un modo natural.
Muchos saludos.
Abraxas es esa conjunción de los polos opuestos que habitan en todos nosotros, y de nosotros depende que la relación sea pacífica o tormentosa.
EliminarBienvenida Mirella, y gracias por tu aportación.
En realidad es la magia de la vida, ese algo de dónde procedemos y nos moldeó en equilibrio.
ResponderEliminarAlgo así como el Yin y el Yang,donde todo tiene su opuesto y le es necesario para existir.
Pura magia,¿no?
Qué sería del día sin la noche o viceversa?
Del sol sin la luna?
Del odio sin amor o la felicidad sin la tristeza?
Así de mágico es vivir,no siempre placentero,cierto,porque también la paz tiene su opuesto,pero es vivir al fin y al cabo y amamos a esta prestidigitadora que es la vida. Una certeza que pudiera parecer no alberga duda, sin embargo...
Besos.
Si Marinel, pero en éste espectáculo de Magia no hay trucos, ni los dedos son más rápidos que la vista. Se trata de aceptar o no los resultados que son únicos para cada individuo, pues infinitas son las mezclas y el orden de prioridades.
EliminarGracias por todas tus palabras.
un bsazo
Hola, Spa.
ResponderEliminarDe acuerdo casi con todo... ¿Cómo puede encajar la honradez con el crimen? ¿Y la corrupción con la justicia? Estoy de acuerdo en que todo necesita un polo opuesto pero, creo, que sin corruptos y sin crímenes se podría vivir mejor.
Un beso, amiguito.
Towanda, entiendo que las circunstancias, a menudo nos hacen ver el mal fuera de nosotros, quizás para ocultar el propio o para hacernos sentir más confortables en nuestro aséptico casacarón. Pero la visión que pretendo, es desde el interior, donde habita Abraxas.
EliminarGracias por tu dulce ingenuidad.
Muy jungiano, Yin y Yang. Soberbio, amigo. Y nada bipolar, o mejor dicho, sanamente bipolar, que bipolares somos todos y eso nos hace Uno.
ResponderEliminarCada día lo haces mejor, digo, esto de pensar la vida y plasmarla en bellas y certeras palabras
Besos!
Fer
No se trata de saltar de forma inconsciente de un polo al otro, sino de comprender y conocer que lo que somos es el producto de todo lo vivido y conocido por por la humanidad, y que a partir de uno solo de nosotros se podría reconstruir el alma del mundo.
EliminarMil gracias Fer por tu empatía.
Un bsazo.
Sin silencios no hay música. Sin otros, no hay unos...
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