jueves, 28 de febrero de 2013
La erótica de la Inocencia (V )(La indecencia de la inocencia)
Quizás la belleza sea indecente, provocadora, malvada, lujuriosa, como una escultura flamenca, pero es ante todo belleza. Su poder convierte al hombre libre en esclavo de su grandeza.
Él tardó en comprender que la belleza es para contemplarla y no para ser poseída, pero al fin lo vio.
No obstante se preguntaba quién sería el dueño ahora de tan indecente inocencia, si seguiría siendo ella. Si aún conserva esa ingenua apariencia que lo cautivó.
Si el rocío seguía colgando perlas a su alrededor. Si continúa brillando su sonrisa lasciva. Si ella sigue flotando en sus trémulas caderas al compás de una sinfonía mañanera.
Se cuestionaba si hizo bien saliendo por la puerta trasera aquella mañana sin sol, huyendo de la impúdica inocencia, lo que le empujó a los suburbios, al sexo salvaje y a las borracheras.
Se alegró de que ella, nada de esto supiera, que ni una mancha en su hermosura, hiciese una sombra perversa.
¡Qué daría por regresar al instante de su vientre desnudo! que ahora se presenta como una foto vieja en un flash que permanece incandescente todavía.
Quiso el destino que un día, se encontrasen en una estación vacía. Él esperando a un tren que no venía, ella a quién la llevaría. Se miraron en silencio largo rato, como viendo todo lo que soñaron despiertos.
Una malévola sonrisa rompió el aire que ardía. Él le contó todo un cuento de la Atlántida perdida, con palabras inventadas para que ella no se enterara de todo lo que ya sabía. Ella, que ya no escuchaba, acercando sus labios traviesos, con el veneno de su boca lo mató de dos besos.
Solo él conocía su nombre, porque todos la llaman ELLA. Tampoco nadie sabe el nombre de Él, y cuando hablan de la belleza, cuentan la historia de Él y ELLA.
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Y vamos a por esta otra donde la canción me pierde en el espacio,justo encima de ÉL Y ELLA, planeando o resbalando por ese arco iris de colores,mientras los observo detenidos en esa estación vacía tras perder una historia de amor.
ResponderEliminarEstás sembradísimo,Ghetti!
Más besos.
Jejeje, gracias por el chiste jocoso a mi anterior comentario, procuraré no amargarme un dulce.
ResponderEliminarLa belleza a veces despierta esos sentimientos, es un don amargo y maldito, es también una razón para vivir el contemplarla, puede convertirse en obsesión y aquel o aquella, bello o bella, ser objetos del deseo, de la envidia, del furor destructivo. Nada existe inocente del todo. Complicado tema la belleza, el lunes subo belleza.
Besito.
Querido amigo, quiero que sepas que ya empecé a leer las cinco partes incluso antes de que empezaras la segunda. Las leí y releí, dejándome llevar por las cadencias de una música que acompaña a las palabras. Tienes un don. Ya te lo expresé en contestación a una de mis entradas. En cuanto al amor... exiten muchos tipos de amor, todos ellos enlazados a la pasión escondida, al deseo de lo inalcanzable. Los amores imposibles no dejan de ser amor, aún más hirientes que los llamados cotidianos. El ingrediente de la inocencia es uno de los más dañinos para el alma del hombre porque representan lo puro, el ideal de la BELLEZA en sí misma. Yo no podría haber contado un relato mejor. Genial el desarrollo y genial la descripción de sentimientos y emociones. Te admiro profundamente.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y no dejes de escribir...
Quizá la mayor hermosura esté en los pronombres, despojados de nombres y biografías... pero son estos los que, contaminando, dan la verdadera hermosura de la humanidad, ¿no?
ResponderEliminarLa Belleza, por si misma, jamás puede ser malvada, ontológicamente
ResponderEliminares imposible, puesto que la Belleza emana de la Luz.
Ahora, lo que los humanos hacemos con ella como
por ejemplo, tratar de poseerla, es otro tema.
Besos