Soy requerido para no hacer nada
en un momento robado al ensueño,
dejando todo mi mundo pequeño
y sin embargo acudo a la llamada,
como una sombra por los pies atada.
Me pregunto a que viene tanto empeño
para hacerme despertar de mi sueño
si no es para darme una puñalada.
Estoy tratando de hacerme a la idea
de que sea por algo tan profundo
que valga la pena hacer el camino
aún sabiendo el final de la odisea.
No hay mayor desolación en el mundo,
que conocer de antemano el destino.
Pero el camino hasta el horizonte es nuestro.
ResponderEliminarPrecioso soneto con un sentimiento en derrotero, el hablante predispone todo su bagaje como equipaje desde ya consabido
ResponderEliminarsin darse un aire para sorprenderse, quizá bueno sería soltar los cachivaches del pasado y hacer el viaje como si nunca lo huera hecho, y disfrutarlo a concho en los detalles, ya que en ellos radica cualquier diferencia;)
el vuelo es un destino siempre desconocido para la vida
porque cada corriente eleva según las presiones del tiempo
buena semana:)
erratas
ResponderEliminarhuera...hubiera
Siempre vale la pena hacer el camino. Siempre...
ResponderEliminarGracias por tu felicitación a mis tres años de nado.
Un beso
Atreverse con un soneto ya merece aplauso. Y te doy el aplauso. Me encantó, sobre todo esos dos versos finales.
ResponderEliminarUn abrazo.
En los dos últimos versos hay algo que siempre digo: No hay mayor desolación en el mundo,
ResponderEliminarque conocer de antemano el destino.
Me ha parecido una composición perfecta. Felicidades, amigo Spaghetti.
Gracias,Señores profesores (y señoras, cómo no).
ResponderEliminarConocer el destino.... ¡Que terrible!
ResponderEliminarDejemos que la vida sea una aventura.
Otro beso.
Mercedes
Camino, sin levantar el vuelo, perdida,.......me aturden las sendas que marcaron otros, me asusta revelar un nuevo camino, no concibo desvelar el destino sin dar el paso de conocer el principio.
ResponderEliminarHoy levantaría el vuelo por una simple sonrisa.
Besos