Tras el cuento electoral, llegó el recuento.
La crónica de una victoria anunciada sobre una minoría absoluta.
Los nuevos triunfadores bailan de alegría sobre un montón de escombros y ahora serán los únicos responsables de la reconstrucción o la ruina del país, decidiendo impunemente si aceptan o no el catecismo marcado por la UE, el FMI y los mercados. Podemos ver las exigencias de este catecismo en los países del entorno. Portugal aumenta la jornada laboral en media hora gratis!!! rebaja los salarios, reduce las vacaciones de los trabajadores y suprime las pagas extras de navidad y verano a los que ganen más de 1000 euros incluidos los pensionistas pero para los mercados no es suficiente.
Los vencedores, con poder absoluto en el congreso y el senado, decidirán que hacer con nosotros, pero no podemos callar y aguantar lo que nos echen, tendrán que escucharnos porque las garantías que la sociedad les ha dado no son patente de corso.
El cambio ha llegado pero estaremos vigilando nuestros derechos. Ha llegado el momento del cambio de verdad, del cambio de la ley electoral, de la forma de hacer política sin engaños, de hacer participar al pueblo en las decisiones importantes que nos afectan a todos, ha llegado el tiempo de una democracia real y no podemos esperar más.
Pués sí. Y que quienes ganaron muestren y demuestren al pueblo honestidad y transparencia, empezando por ellos mismos. O sea, CERO corrupción. ¿Serán capaces? (porque rebajar los derechos de los ciudadanos que menos poseen, es muy fácil).
ResponderEliminarUn abrazo
Estoy contigo.
ResponderEliminarTe aseguro que seguiremos clamando en la calle una democracia real ya.
Un abrazo.
Mercedes
Hola Spaguetti...vigilaremos...desde detrás de una minoría absoluta...en fin...
ResponderEliminarBesitos
¿Pero eso no lo pensamos y dijimos hace cuatro años... ocho, doce, diciséis...?
ResponderEliminarEs el absurdo.
¿No será lo de que cambie todo para que nada cambie?
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