LA VUELTA A ÁFRICA EN 80 MINUTOS
-Va a amanecer. ¿Que haces ahí mirando por la ventana?
-No estoy aquí, estoy en África. Más allá de estos tejados,
detrás de los campos y los montes ha salido el sol sobre la playa de Argel,
pero aún es temprano y no hay nadie sobre la arena, se ven las huellas de las
gaviotas, como puntas de flecha y unos pasos largos del único hombre que se
aleja de cara al incipiente sol de levante, es Albert Camus que camina descalzo
preguntándose si habrá alguien más en el camino hacia el sol.
-Cariño, no te quedes ahí mucho tiempo, te espero.
-No estoy aquí, estoy en el culo del mundo con A. Lobo
Antunes sentados frente al Atlántico en Luanda donde la vida ha despertado y
las olas atruenan en su incesante lucha contra la costa.
-Amor mío, vuelve a la cama
-Estoy demasiado lejos, en Ciudad del Cabo. Me he colado de
oyente en una clase de Coetzee sobre los amores de Lord Byron, tan apasionado
está con la descripción de Teresa que no se puede imaginar a su hija violada
por dos hombres y un muchacho en una granja alejada del oeste.
-Tengo sueño.
-Duerme, el viaje es largo, cruzaremos Mozambique por el
camino de la costa Índica que lleva a Dar es Salaam antes de adentrarnos hacia
el Lago Victoria donde nace el Nilo Blanco.
-¿Sigues ahí cariño?
- No, no estoy aquí, sigo a las caravanas de camellos que
llevan armas a los rebeldes de Harar capitaneadas por A. Rimbaud, que hace años
se alejó de la poesía como de la adolescencia sin ningún remordimiento.
-Estas desnudo, ¿No tienes frío?
-¿Frío? Arden las arenas Saharianas, atrás quedó Khartoum
desde donde el Nilo es uno e inunda los terrenos aluviales, sus granjas y
acequias abonando con rico cieno las orillas del Valle de los Reyes.
-Ya ha amanecido.
-Sí, ahora tengo que marcharme.
Un retazo hermoso del viaje de los sentidos en instante substraído al amor carnal,pero repleto de amor por unas tierras de belleza inigualable-según cuentan quienes las han conocido-
ResponderEliminarA pesar del sufrimiento permanente en contraposición a la intrínseca jovialidad de sus gentes.
Hermoso de veras,aunque creo que ya lo he dicho.
Besos.
Ha sido muy grato pasear por esta tierra hermosa a través de tu texto. África, tan ancestral como misteriosamente mágica.
ResponderEliminarGracias amigo
Un abrazo
Me gusta este viaje ¿puedo acompañarte y pederme contigo?
ResponderEliminarUn besote
A veces he viajado así. Y no he regresado.
ResponderEliminarSi es que nada te quita la inspiración, Spaghetti. Viajar contigo, ha sido un verdadero deleite.
ResponderEliminarUn fuerte abrazote.
Además de ser un gran lector, tienes mucha imaginación a la hora de escribir, plasmas tu viaje de tal manera, que nadie puede resistirse a viajar contigo.
ResponderEliminarSiempre me gusta leerte.
Un abrazo.
Mercedes.
¡Qué hermoso viaje este en el que me has embarcado contigo! Te lo agradezco, y la próxima no le rehúyas al asunto y llévatela contigo. Tal vez la pases aún mejor.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola, me gusta tanto como escribes!
ResponderEliminarHa sido un viaje en "primera clase"
Saludos,
Ali
Mmmm, se me hace que él quiere estar muy lejos, muy lejos de ella... no sé porque.... jajajaja y hasta quizás me vaya al desierto del Sinai y hasta me lo encuentre en una caravana vivçniendo del Calahari.
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