Baile de Pasión

Comienza el baile.
La coreografía mil veces ensayada de la pasión humana.
Cada paso, cada abrazo, cada postura, sigue unas instrucciones escritas en el aire, que dictó la naturaleza más animal al principio de los tiempos.
Células que demandan mágicamente a otras células que acuden a la llamada irresistible del deseo.
Desde el primer momento, sobre abismal distancia de hielo,
se funden en silencio abrasadoras miradas que conducen irremediablemente al manantial de los besos.
Aún hay tela de por medio y el contacto no es directo pero el sudor ha comenzado y traspasan las cortinas los vapores del infierno.
Los nervios quitan las ropas que separan a los cuerpos.
Se van llenando las bocas de antiguos sabores eternos.
Sobre rubios campos de vello se deslizan los dedos felinos,
recorriendo dunas y promontorios hasta encontrar la guarida.
La respiración se hace densa, se estremece el ángel caído
y el  vuelo de los danzantes se enreda en dulce fatiga.
Muslos se abren y cierran al compás del espasmo compartido,
facilitando el acceso al placer más intenso de la vida.
Exhaustos, los bailarines se desploman en una nube de abrazos
y carnes enrojecidas con un grito salvaje y apasionado.
Damas y caballeros....
el baile ha comenzado.