sábado, 13 de abril de 2013
La erótica de la inocencia (XIX)
Al Atardecer, bajaban por la ladera que desembocaba en los barrios periféricos de la ciudad, modificando el itinerario acostumbrado de sus paseos vespertinos. Marco empujaba la silla del niño cuando entraron en las angostas callejuelas de los suburbios, y Sofía caminaba a su lado con la cámara de fotos colgada en bandolera. Al pasar frente a un viejo taller mecánico se cruzaron con varios hombres que discutían acaloradamente, y Sofía se aferró al brazo de Marco, temblando de pavor y obligándole a apresurar el paso, - No temas preciosa, esto no va con nosotros- dijo el profesor en tono conciliador, pero a los pocos pasos, se oyó gritar a uno de aquellos hombres: "¡Sofía!"...Se detuvieron en seco - ¿Le conoces?, preguntó Marco y ella fingió una turbada sonrisa mientras se giraba lentamente hacia el hombre que avanzaba con resolución hacia ellos.
-¡Cuánto tiempo!, dijo el joven tomando la mano inerte de Sofía a modo de saludo y sonriendo con una perfecta dentadura. Ella adoptando una actitud camaleónica para sobreponerse del impacto de aquel encuentro, repuso: "Este es el profesor Marco Perttini, y este es Carlos Herber"...-¡Vaya! parece que coincidimos en las letras de los nombres- dijo el joven a través de su esplendorosa sonrisa, a lo que el profesor respondió - No, el suyo es en plural-...-"Muy ingenioso, profesor. ¿Qué ha sido de tu vida todo este tiempo Sofía?"... Ella que aún no había conseguido encajar los ojos azules en sus órbitas dijo:
"Todo bien, Ahora no tenemos tiempo para extendernos en una conversación, tal vez en otra ocasión, adiós Carlos"...y empujó suavemente al profesor para indicarle que siguieran adelante.Cuando se hubieron separado unos cuantos pasos, el joven gritó "¡Eh! ¿ y el niño?, ¿cómo se llama el niño?", pero siguieron sin detenerse y la pregunta quedó sin respuesta.
-¿Quien es ese joven? - preguntó Marco, cuando estuvieron lo suficiente lejos de aquél barrio.
-Un compañero del primer curso en la facultad, al que desde entonces no he vuelto a ver- respondió Sofía suspirando y restando importancia al arrebol que aparecía en sus mejillas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hay gato encerrado,seguro.
ResponderEliminarTal vez el receptor del tarareo,de aquella cancioncilla...
Seguiremos.
Besos.
Gracias Marinel,tu intuición me lleva al siguiente paso.
Eliminarbssoss
Todas las incógnitas en un encuentro... ¿Estamos oligados a contar a nuestras nuevas relaciones toda la vida anterior? No, por supuesto...
ResponderEliminarGracias Profesor por todas tus apreciaciones y comentarios. Sé que lo que escribo necesitaría una revisión, desde el punto de vista lingüístico, debido a mi inseguridad en algunas figuras y expresiones. Como excusa diré que son las prisas de la improvisación (llevo semanas a entrada diaria), pero sé que los que lo leen sabrán disculparme, intentando entender el escrito. Te agradezco también que si encontraras una falta garrafal, que no me extrañaría cometer, me lo dijeras con toda la confianza y así podré corregirlo.
Eliminarmil abrazos.
Bueno, creo que llegados a este punto, debería pronunciarme de una vez. Siento no haber intervenido con anterioridad pero me bastaban tus relatos, sus continuaciones así como cada uno de los comentarios que aportaban algo de luz a las "sombras" de tu historia. He preferido dejarme llevar por tu prosa poética, por tus palabras selectas y cómo no... por la dureza de una realidad dicha con el acierto de un gran escritor. La música ¿Qué decir de ella? escogida con premeditación a cada una de las partes y haciendo de engranaje perfecto para una maquinaria que nos seduce desde principio a fin. He leído todas las partes. Varias veces. Con sus saltos e imprevistos de desarrollo que justifico más como una forma de adentrarnos en el mundo de Marco y Sofía (dos personalidades contrapuestas llenas de luces y sombras) que como una improvisación semanal que quieres darnos a entender. Me arriesgaría a decir que tú mejor que nadie conoces bien cómo acabará el relato. Podremos hacernos una idea, crear hipótesis sobre la base de su relación así como la personalidad de ambos, pero sólo tú volverás a sorprendernos con la perfecta pluma que te caracteriza. Me reservo una opinión final (lo tenía previsto) para cuando acabases del todo pero cuando te leo, cuesta reprimir los deseos de actuar con tus personajes.
ResponderEliminarFelicidades por siempre, querido amigo. No vamos a descubrirte ahora. Un abrazo.
Espero ansioso el desenlace.
Querido Mr. Blake: Nunca me gustaron los ditirambos zalameros, pero todos tus sinceros comentarios llegan a conmoverme. Tu estilo conciso y elegante resulta muy didáctico para mi, que tantas ganas tengo de aprender. Te agradezco especialmente tu interés por lo que escribo e intento mejorar cada vez. También te doy las gracias por reconocer los detalles de ésta historia y detectar el cuidado por adecuar la música a cada pasaje.
EliminarNo quiero cansar a los lectores sin atisbar un final, que, aún no se como, tendré que improvisar.
Tus aportaciones son muy valiosas para mi.
Mil gracias.
Has conseguido engancharme, ya te digo... Ahora a ver como finalizas la historia, por favor, trabájatela y no me defraudes. Besitos alados, querido amigo.
ResponderEliminarAh! Querida Campanilla, todo tiene su final y el de esta pequeña historia, ya está próximo, pero mientras, deja a la imaginación volar porque ese es el secreto de cualquier historia.
ResponderEliminarun bsazo
¡Una buena dosis de suspenso!
ResponderEliminarVoy corriendo a la próxima entrada, como ves, voy leyéndolas en el orden de su publicación.