La espada oxidada de lejanas batallas, las barbas al vuelo, cabalga el campeador al destierro.
Deja un cofre de piedras... preciosas, a sus hijas en un convento, su altivo corazón guerrero no acepta el desconsuelo.
Camina por los yermos páramos de Castilla, paga el precio de la osadía de enfrentarse al rey con la palabra.
Pocos y buenos amigos le acompañan por esos caminos de hielo, condenados a la misma suerte, sin pecado ni delito.
Los poderes castellanos, castigan a quien, en paz, se rebela, se celebran las derrotas para que lo perdido, no se pierda en la memoria.
Los poderes que abusan de los humildes, tendrán siempre una respuesta.
Más de mil cien años pasaron y un ejército de campeadores recomienza las protestas.
¿Cuántos irán al destierro? ¿Cuántos vencerán el miedo?
Cansados de ser ignorados, desoídos, maltratados ... sacan filo a sus espadas.
Temedles pues,si en el arrojo de la ira,las espadas bruñen su filo de rojo carmín.
ResponderEliminarEs una tontería que me ha venido así a voz de pronto,pero para ocultar,tal vez,el temblor que se me apodera si pienso profundamente en cómo se van desarrollando los hechos...
En fin,perdóname siempre mis impulsos,¿sí?
:(
Besos.
Aunque sean pocos, si son buenos los amigos, nunca estará solo.
ResponderEliminarVaya historia la de este hombre, repetida a lo largo de los tiempos y en plena actualidad.
Un beso muy grande.
¡Qué buen vasallo si hubiera buen señor!
ResponderEliminarAy, amigo: ¡cuánta vigencia tiene tu relato en la actualidad de nuestros últimos días en mi tierra!
ResponderEliminarLos poderes castigan a quien, en paz, aquí se rebela, desestimando nuestras rebeliones pacíficas en las calles como pura expresión de odio...
Nosotros celebramos la derrota para que lo perdido no se pierda en la memoria, pero seguimos siendo ignorados, y nuestro clamor, desoído. ¿Hasta cuándo?
Quiero creer que aquí, allá y en todas partes, los poderes que abusan de los humildes tendrán siempre una respuesta.
Quiero creer que no nos vencerá la apatía, el hastío y la impotencia, y que un ejército de campeadores recomenzará las protestas.
¿Cuántos iremos al destierro? ¿Cuántos venceremos el miedo?
Ojalá seamos muchos y ganemos la batalla en paz.
Un beso.
Muy buena la foto y muy buen recordatorio/homejaje al bravo Cid Campeador.
ResponderEliminarBesos
Estoy seguro de que el Cid no era como nos lo han contado y que el pueblo castellano lo sabía. Pero la historia oficial nos la cuentan y luego se convierte en consigna y se termina creyendo.
ResponderEliminar¿No estamos ya todos en el exilio?
En estos tiempos estamos todos o casi todos como este Cid que describes, desterrados y con un pie más allá que acá.Desterrados y perdidos.
ResponderEliminarUn beso y un abrazo....
Una de las cosas más dificiles de vencer...el miedo.
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