sábado, 21 de septiembre de 2013
Gastronomía cruda
Una de mis primeras publicaciones en una revista de opinión, fue una columna sobre la estructura social de la ciudad, con el siniestro nombre de "Necrópolis" en la que hablaba de la estructura binaria de lo sagrado y lo profano, aunque aún no había leído a Claude Lévi-Strauss. Entonces, un abogado mafioso de la ciudad, me hizo el honor de ofenderse con mi artículo, dándolo así mayor expedición, aunque vino a buscarme encolerizado y rojo de ira con un ejemplar de la revista en la mano amenazándome con que me "iba a comer mis palabras", aunque en la columna publicada no había referencia a persona alguna. Ante lo ridículo de la situación, respondí con ironía que preferiría un Chardonnay semi-seco de producción reciente. Entonces cumplió su amenaza. Me metieron en la boca el ejemplar entero de la revista, empujándolo hasta atragantarme en medio de espasmos y arcadas para terminar marchándose satisfechos.
Hoy, que después de comer calabazas y zanahorias hervidas, me viene aquel ancestral gusto de celulosa; pienso de nuevo en Lévi-Strauss, en su libro "Lo crudo y lo cocido", en el que dice que lo civilizado es cocinar la comida, mientras que asocia con el salvajismo primitivo, el hecho de comer crudo.
No sé lo que pensaran los devoradores de Jamón ibérico, los japoneses que comen pescado crudo, o los vegetarianos crudívoros defendidos por Percy Bysshe Shelley, pero no creo que pertenezcan a una cultura "atrasada". Pero tu, que eres una persona civilizada y preparas unas pechugas de pollo para la cena, mientras las diseccionas en filetes; no sé si piensas en la actividad que tuvieron en la pobre gallina, en su funcionamiento interno o si tienes una visión de su anatomía, aunque sea inevitable pensar en algo mientras cocinas.
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Ajjjjjjj no se si de gallina, pero autopsias humanas vi tres, bien completitas. Cuando quieras te las describo con lujo de detalles.
ResponderEliminarY si yo no comiera carne (Jugosa siempre), con lo aérea que soy me la pasaría tan sutil en la estratósfera que no podrías ni ver mi logo de blog.
Sobre el jamón crudo o el pescado peruano, si bien están "formalmente crudos" están cocidos por los condimentos y limón que le ponen. No sé el Shushi , buscaré a un nipón para preguntarle y te cuento.
Sigo de viaje, te estoy leyendo igual aunque por razones técnicas no te pueda dejar comentarios en todas las entradas / aquí la conexión a internet es una lágrima viva y las nietas y etc, etc, me dejan poco tiempo disponible.
Lo del iracundo ese sádico y etc, etc que te hizo comer celulosa, a presión, habría que colgarlo en la soga y sacudirlo un poco como a las alfombras... para sacarle la furia y la soberbia, o mandarlo al Circo y que una docena de payasos le pateen las asentaderas. ¡Mira que hacerle eso a mi payaso querido, el más simpático y tierno de la tierra!
Besos
jajajajaja Mil gracias Myriam, La verdad que con solo pensar en el vegetariano más famoso de la historia, Adolf Hitler, dan ganas de atiborrarse de un buen corderito asado en horno de leña.
EliminarMe declaro devoradora de jabugos y de crudos como l'esqueixada, bacalao crudo desmigado + aliños finos...pero un papel celulosa tintada no me lo trago aunque consten versos de Horacio.
ResponderEliminarSadismo reaccionario que no traga críticas, infumable pica pleitos sensible, vade retro, tómate un bicarbonato pero ni se te ocurra bajar del carro, o sea de tu opinión !pim pom! Ponme una ración shushi que yo pongo un besito contento por tus visitas. Oh lo binario, ooooh lo sagrado.
Gracias Natalia, Si fuera el "Carpe diem quam minimum credula postero" de Horacio podría ser más suculento ... jajajaja
ResponderEliminarYa sabes que ahora hasta lo crudo recomiendan haberlo congelado antes.
ResponderEliminarFue un salto cualitativo cocinar la comida. Lo que no sé muy bien es hacia dónde. Y si para este viaje hacían falta alforjas...
En aquellos lugares en que la comida ha dejado de ser una necesidad primaria, la cocina se ha convertido en un arte. Gracias Pedro.
ResponderEliminarComo porque no se ha inventado ningún otro medio para no morir de inanición.
ResponderEliminarCada vez con menos placer. Todo va tomando el mismo gusto plastificado, quizás la revista que tuviste que mordisquear era más sabrosa.
Los pollos están hinchados de hormonas, las frutas y verduras ya ni olor tienen. ¿Qué estaremos ingiriendo?
Lo orgánico, creo que también se ha convertido en otro negocio.
Besos, Spa.
Gracias Mirella. En el jardín de mi cocina aún maduran las mandarinas y los mangos...Lástima no tener un árbol que de spaghettis y angulas.
ResponderEliminarbsazo
Ya puestos a pedir , ¿por que no un árbol de risas?, ¿de amabilidad?, ¿de ingenio como el tuyo? etc etc.
ResponderEliminarSiempre consigues sorprenderme y de manera muy grata. Genial tu post.
Besos muchos ♥♥♥
Si todo eso cayera de los árboles, no haría falta salir del jardín.
EliminarGracias TR.
O quiza aprovechar y disfrutar el jardin, además de todos los lugares, mientras se disfruta de uno mismo..... bravo!
EliminarUna entrada genial, me ha encantado....
ResponderEliminarGracias por compartir tu maravillosa creatividad.
Un abrazo
Gracias Carmen por volver.
EliminarLa cáscara amarga de nuestra ciudad, algo queda de eso. Penoso.
ResponderEliminarHitler no quería pensar en mataderos de vacas y pollos, decía, por eso era vegetariano. Los mataderos humanos no le importaban. Ser vegetariano no conduce a la bondad, está claro.
Un abrazo
Yo casi que prefiero no pensar en lo que tengo entre manos cuando cocino,que es una de mis debilidades,por cierto.
ResponderEliminarCocinar es como el yoga para mí,donde cuerpo y mente se fusionan durante un periodo de tiempo,equilibrándose o intentándolo al menos.
Habrá gente, la ha habido siempre, incongruente, incivilizada y salvaje con las neuronas pesadas por la indigestión mental, de ahí, probablemente vengan las guerras; de no pararse a cocinar y punto para después disfrutarlo sin más.
Pero hombre por Dios...¡sólo calabazas y zanahorias!
Con unos filetes de pechuga a al plancha tras haberles dado un baño de leche durante largo rato....mmmmm
Ahora en serio, prefiero no pensar en lo que pasan los animales hasta llegar a mi boca y no sólo animales...sabes que insecticidas utilizan para solfatar las verduritas o cómo succionan la leche a las vacas, cómo tienen a las gallinas desorientadas todo el día con luz para que no paren deponer huvos???
Ufffff
Mejor comamos y muramos sin pensar.
:)
Besos.
Jajaja. Muy buena entrada querido amigo. Ya sabes que la miel no está hecha para la boca del asno, así que solo me queda pensar que a veces, o muy a menudo diría yo, el ser humano no está acostumbrado a oír las verdades. Menos aún si no están cocinadas con un ligero condimento de falsa dulzura, cinismo o hipocresía. Si encima la sirves cruda y sin presentaciones... todavía peor. En fin, el haber devorado tus propias palabras a través de páginas de celulosa indica que tus afirmaciones no estaban muy lejos de la realidad, esa que tanto cuesta entender.
ResponderEliminarArturo graf dijo una vez: "El saber y la razón hablan, la ignorancia y el error gritan..." Lástima de abogado si debe vivir consigo mismo cada día.
Un abrazo.