lunes, 9 de septiembre de 2013
EL TIEMPO DESCONOCIDO
Hubo una vez un tiempo ahora desconocido o que solamente conocieron aquellos que lo vivieron; quizás si pudieran contarlo ahora no sería más que un holograma de aquella realidad, un fantasma de lo vivido manipulado por una traición de la memoria. Aunque hoy ante esta evidente claridad, provocada por el reflejo de los últimos rayos del sol yaciente sobre el océano, en este ocaso de septiembre; traiga una luz del pasado, fijando ciertas imágenes de un tiempo desconocido.
Puede verse éste mismo sol en otros cielos, sobre otros mares, en otros tiempos, en el ocio azul de la infancia; cuando llegaba con la familia hasta la playa, por sinuosos caminos de montaña, tras de la cual se decía que se escondía el mar.
Aquel tiempo desconocido lo es porque no se pudo documentar en el momento. Quizás una fotografía pueda evocar aquellos atardeceres jugando en la arena, pero no la poesía del instante en que se deseaba cruzar el océano para averiguar dónde se iba el sol cuando llegaba la noche.
Ahora se acuesta impúdico el sol ante mi, tan lejos del Cantábrico...donde hace ya seis horas que se fue y ya debe de ser noche cerrada. Es un momento único, diferente a todos los ocasos, porque cada tarde cambia el color del azul al rosa y los amarillos mortecinos entre el incendio del horizonte.
Miro hacia atrás por ver alargarse mi propia sombra en el pequeño bosque de ficus de bengala, que proyecta sus sombras fantasmagóricas, de raíces aéreas que crecen desde arriba hasta arraigar en el suelo. Así es como crecen los recuerdos que nacieron en el aire y ahora llegan a esta playa para quedarse un instante, mientras el sol se sumerge en las cálidas aguas del Golfo de Mexico.
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Lejos del los recuerdos en distancia física, y aun estando en un lugar maravilloso, "El Golfo de Mejico".........con las raices aereas creciendo de arriba hasta el suelo;en este otro lugar del mundo los recuerdos salen de tierra, una realidad diferente pero quizas mas afincados en el interior de una persona, "mar brava, arco iris de colores, y rocas inmensas...... pero siempre abriendo todo su explendor a los bellos recuerdos de los ocasos.. Estupendo, me encantan la alegria de los recuerdos cuando se han quedado marcados con dulzura y cariño. Un beso muy grande. Marcelo.
ResponderEliminarPrecioso. Tu sensibilidad... siempre exquisita.
ResponderEliminarPerdona que no pase por aquí (ya no blogueo), pero cuando me topo contigo en fb, la verdad es que me alegro mucho, sabes que tus letras y tu humor me gustan mucho.
Un abrazo grande.
Las corrientes del golfo llegarán hasta esa playa que tú recuerdas. El sol de la infancia tiene un brillo especial que añoramos toda la vida.
ResponderEliminarUn abrazo
No puedo sino decir...qué maravilla!
ResponderEliminarQue bien escribes,caramba.
Me ha encantado leer estas letras capaces de hacernos sentar contigo a mirar deslizarse el sol.
Besos,artista.
De poniente a poniente. Es curioso cómo unen las puestas de sol.
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