Podría ser una reina durante el día, o un humilde carnicero que destaza las piezas antes de colgarlas en la cámara frigorífica. Podría ser un funcionario mezquino que oculta los escándalos familiares cada mañana al salir de casa o una artista solitaria que se inspira en los ocasos para realizar sus anónimos collages. Podría ser una mujer torturada, humillada y ultrajada cada noche en su indefensión o el canalla que abusa de ella ... pero cuando llega el sueño y el cansancio se apodera de los cuerpos, todos somos iguales.Todos duermen con la misma inocencia que da la inacción. La respiración se adivina lenta en el pecho y en el cuello. Lo sucedido en la jornada, en ese preciso momento, resulta irrelevante. La vida parece haberse tomado un lapsus mientras dura el sueño durmiente, tan parecido a la muerte, en su blanda tumba, que es la cama donde yacen los cuerpos inconscientes.
Nadie puede juzgar, despreciar o alabar a un ser dormido mientras permanece en ese estado, como si la vida hubiera huido de su cuerpo inerte. Esa es la impunidad del sueño.
Pero dentro de la profundidad del que duerme, se desata la actividad de la mente. Tras esa aparente inocencia que su rostro desprende, habitan los fantasmas secretos proyectados en las tres dimensiones del espacio, activando todos los sentidos, vertiginosos acantilados, rechinar de dientes y quién sabe los oscuros significados de los sueños que cada uno tiene.
El sueño nos iguala como la muerte, pero lo que nos diferencia es aquello con lo que soñamos. Quizás sea en los sueños donde nos identificamos con las luces y las sombras del pasado. En la individualidad del inconsciente somos tan únicos como cuando despertamos.
Dormir y despertar, quizás sea la parodia diaria de morir y resucitar.
Inermes e indefensos en el sueño, y a cada cual su sueño, ensueño o pesadilla que algunos les debe pasar cuenta muchas cosas durante el sueño, esos que ni soñando son inocentes merecen las peores pesadillas, ajuste de cuentas nocturno del que no podrán escapar. Morfeo justiciero.
ResponderEliminarUn abarzo contento, hasta siempre amigo Spaghetti.
"El sueño nos iguala como la muerte, pero lo que nos diferencia es aquello con lo que soñamos. Quizás sea en los sueños donde nos identificamos con las luces y las sombras del pasado. En la individualidad del inconsciente somos tan únicos como cuando despertamos.
ResponderEliminarDormir y despertar, quizás sea la parodia diaria de morir y resucitar."
Soñar con lo que podría ser y no es, con lo que podría haber sido y no ha sido:¡ ay qué juego, amigo! Todos jugamos ese sueño, en la vigilia o en el sueño cuando los sueños de la vigilia nos dan permiso para soñar dormidos.
Besos!
Fer
Cierto. Puede que ese dormirse y despertarse, no sea más que eso...una parodia
ResponderEliminarEl resultado es que nacemos a morir y mientras vivimos parodiamos ese dormir eterno o despertar eternamente ignorado.
Un beso.
Siempre me ha llamado mucho la atención el mundo de los sueños y lo que representa en nuestro mundo consciente. Deliciosa entrada cargada de verdad, mi querido amigo. ¡Qué cierto es eso de la "impunidad del sueño" donde nada parece poder afectarnos durante un breve lapso de tiempo! Siempre he pensado que el estado durmiente nos permite explorar un mundo desconocido. Un mundo de sueños, símbolos y como bien dices... miedos o temores. Curioso pensar que aún en estado inconsciente, seguimos "funcionando" como una máquina pensante capaz de sentir emociones diversas. Pero como siempre, reflejas a la perfección con escogidas palabras, la reflexión de un hombre peculiar. Alguien al que siempre he admirado por su forma de expresar, donde no importa si se comparte, si gusta más o menos, si es directo, a veces severo o penitente soñador. Simplemente es la esencia de un verdaedero escritor. No imaginas cómo he echado de menos tus pensamientos. Jamás podrás saberlo con certeza. Pero en tu blog siempre me prometí entrar cuando mi mente estuviera despierta, ávida de saber y libre de preocupación. Es un placer volver a tu hogar y tenerte entre mis amigos. No puedo menos que darte las gracias por tus palabras y seguir el ejemplo tuyo en el camino de la perfección, aunque ni siquiera seas consiente de ello... o ni "sueñes" con lo que verdaderamente eres al escribir.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
El sueño está entre la muete y la ordenación que da nuestra mente a la vida, para mentirnos.
ResponderEliminar...para mentirnos, como dice Pedro, o para relajarnos y permitir que aflore nuestra creatividad....
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