No la había visto antes, pero enseguida la reconocí.
La juventud que acompaña a la belleza, como el amor va junto
al deseo, no se habían olvidado de ella.
Surgió entre las gentes y las cosas, entre el movimiento del
día y la quietud de una tarde fría.
Traía el sol desde lugares lejanos, prendido en la piel
morena como la arena de un desierto en el que cualquiera se perdería buscando
sus oasis secretos.
Hubo un río de palabras que se despeñaban en el universo
oscuro de su mirada.
Frases de cortesía, ademanes correctos, dulce sonrisa
educada; no llegaban a los sentidos, ocupados en descifrar lo que sus ojos
hablaban, en un lenguaje distinto, sacado del fondo del alma, con todo el
significado de lo que no se dice, porque aún no se inventaron `palabras.
Me hizo el regalo del tiempo detenido en un reloj que
conservaba las horas felices y concretas, ignorando los momentos, que si no se
viven, pasan.
Poco después de
apagarse el día, se entregó a la luz de la pasión como una fácula incandescente
que iluminara el oscuro y largo camino que, hasta entonces, la soledad
ocultaba.
De extramuros nada importaba, como si reventaba el mundo con
las ciudades en llamas, la cosecha del miedo, las negras noticias, las
injusticias, los celos, el dolor y la avaricia; por la puerta no pasaban.
El paraíso está junto al fuego que vive y canta, en las
perlas de agua dulce que ruedan entre las sábanas, en su elegancia norteña, en
la inseguridad que tiembla en la garganta, en el vuelo azul de sus alas y en
todas las pequeñas cosas que no puede comprender el que no ama.
Comprendo, porque mi alma ama, y me alegro por el alma azul que encontró un refugio en el paraíso para el cual aún no se han inventado palabras, aunque aquí parecen haber sido acuñadas para hacer del amor lenguaje bello, en el verbo y en la cama.
ResponderEliminarUn abrazo!
Fer
Fer, esta es mi primera entrada desde mi ¿regreso? a España. Agradezco la sinceridad de tus comentarios.
Eliminar"Elegante" prosa poética que nos llega desde el sol de un lugar lejano.
ResponderEliminar"... y en todas las pequeñas cosas que no puede comprender el que no ama."
Un abrazo.
Holaa Mercedes, El frío de Burgos, casi me hace olvidar los soles que dejé atrás. No tengo conexión en España, pero pasaré por la biblioteca para leerte.
EliminarEl amor es así, ataca por sorpresa, cuando se encuentran dos seres
ResponderEliminarque entre si interconectan de manera profunda.
Precioso texto que me llegó con todo su aire de primavera, frescura y de belleza.
Besos
¡A juzgar por esta entrada, veo que España te está sentando muy, pero muy bien!. Me alegro mucho, Spaghetti.
ResponderEliminarSi, Myriam el amor sienta bien, pero es independiente del lugar, aunque mucho tiempo en el mismo sitio parezca que lo retrasa o se pierde entre los abrojos de la rutina.
EliminarUn Bsazo.
Disfruta de España ya no tan fría que los amores, muchos y de muchos sabores, te esperan a la vuelta a la esquina, ojos abiertos, paso tranquilo, bello regalo nos obsequias al depositar tu maleta siempre llena de palabras intensas. Besitos.
ResponderEliminarNatalia, la meseta castellana me tiene desconcertado. Me ha recibido con frío en la piel y fuego en el alma. Estoy destemplado.
EliminarBESAZOS.
El paraíso está en las pequeñas y sencillas cosas, en esas que nos hace felices y no hace falta euros, el paraíso lo podemos encontrar en el amor, en una mano que abraza, en la mirada tierna de un niño.
ResponderEliminarMe ha gustado tu frase: "El paraíso está junto al fuego que vive y canta"... ahí también puede estar el paraíso.
Un placer leerte, y mejor desde tan cerca, desde España.
Un beso.
María, el paraíso es tan pequeño que cuando lo descubrimos debemos apretujarnos en él para calentarnos.
EliminarBsazo.
Hermoso canto al encuentro deseado. Quien no ha amado, jamás podrá sentirse realmente vivo...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y bienvenido de nuevo a las tierras de la luz.
Gracias Mr. Blake, siento un cálido recibimiento en las palabras de quienes no conozco, pero siento muy cerca.
Eliminarbsoss
Reconozco esas piedras.
ResponderEliminarSale el sol en Burgos, hoy...
Abejita,Dime donde andas y te diré si puedo verte.
Eliminarbsazo.
Vengo a leerte con un poco de atraso, pero aquí estoy, no me iba a perder una prosa poética de esta calidad.
ResponderEliminarUn encuentro, saludos amables y al mismo tiempo el idioma de los ojos, que sugieren más de lo que dicen las palabras.
El párrafo final es realmente bello y amoroso.
Muchos saludos Spa, que disfrutes de tu tierra.
Gracias Mirella Espero que mi verano aquí, sea amable como tu invierno allí, que las palabras no se congelen ni ardan en cenizas al viento.
ResponderEliminarbsazo
Conozco ese lugar. Y allí, durante un tiempo, compartí sonrisas.
ResponderEliminarAnte el inmenso precio del Amor, no hay precio material que se pueda equiparar.....son sensaciones que no tienen parangon.
ResponderEliminarSé a que te refieres en tus expresiones genial artista, es tan maravillosa tus maneras de expresar esto que he leido, me ha encantado. un abrazo. Marcelo.