En un rincón del mar, el batir del corazón ahogó la palabra.
El río llegó presuroso al encuentro de las olas impacientes,
Se abrazaron las rizadas caracolas con las aguas de la
corriente.
Entre dos columnas jónicas, pasó el mástil enhiesto hacia el
abra.
En la playa de media luna, fondeó el velero en un remanso,
resguardado de los vientos despeinados de poniente.
La alegría de las olas salpicaba las rocas del rompiente,
Y en la litera del camarote, reinaba un merecido descanso.
De la baranda de estribor, colgaban las dóciles horas,
Sometidas al amor y a las miradas incandescentes
del sol, que alarga la sombra de la tarde entre los puentes.
En un paseo nocturno por las bocas pecadoras,
El río penetró en la ría y sus aguas se mezclaron,
cálidas, dulces, salobres, como los besos siguientes.
La brújula y el sextante permanecieron ausentes
no queriendo recordar lo que otros olvidaron.
Se desató la pasión, como en una noche de bodas,
en ese rincón del mar, con sus lenguas relucientes.
Cuando llegó la despedida con sus prisas insolentes,
Una lágrima invisible, brotó del azul al Coloso de Rodas
Hay rincones del mar, como éste, que son mágicos...
ResponderEliminarMyriam estoy contento y no quiero ni puedo dejar de estarlo. Me ha tocado el mar y el amar con esa magia.
EliminarUn bsazo.
La belleza es pura magia...... y escrita con esta maravilla de poesía.
EliminarUn bsito.
Navegar por los mares de la poesía y del amor. Siempre habrá una despedida.
ResponderEliminar¡Spa, muy buen poema!
Besos.
A un náufrago del amor le llegó un tronco salvavidas.
EliminarGracias Mirella.
Un bsazo.
¡Qué maestro! ¡Enséñame, por favor, a escribir así poesía!
ResponderEliminarTe digo, amigo querido, que no llores la despedida,
que le des la bienvenida a esta ola de pasión,
a esta marea que luego, con el avance lunar,
puede convertirse en amor del de verdad.
Usa tu risa de clown y tus poderes de equilibrista
para surfear estas olas.
¡Que haya boda allí en tu tierra
y que me invites a ella!
Buena excusa me darás
para por fin concretar mi sueño
de besar tu suelo y verte feliz y pleno
dentro del mar del amor.
Pleamar, pleamar,
para ese alma azul solitaria.
Pleamar, pleamar,
para un soñador libre y con pena.
Ya sé que este intento vago
de comentario rimado
apesta, mi Dios, apesta,
pero es bien intencionado.
No la dejes pasar, Spa.
No la dejes pasar, Alma Azul... ;)
Besazos!
Fer
Busca imágenes en tu corazón Fer. Ahí reside la poesía.
EliminarNo se explica con palabras ni razones. Cuando sientas una brisa deja que fluya hacia afuera, libre, porque poco a poco irá tomando sentido. No hay método ni sistema, tu forma es tan válida como la de cualquiera y nunca te compares porque siempre hay otros más grandes y otros más pequeños...
Un bsazo.
Yo me siento muy pequeña, amigo, muchas veces invisible, pero me regocijo en tu grandeza y en el mar de tu alegría!!!
ResponderEliminarGracias!
Hola, Spa.
ResponderEliminarEl agua es la vida y el poema derrocha vida y fuerza a raudales.
Besos, payasete.
me encanta como escribes
ResponderEliminarVengo poco, lo reconozco, pero cuando lo hago me maravillo por tu forma de contar las cosas.
ResponderEliminarEn ese mar estuve, ¿qué dudas hay?
Un abrazo.
HD
Hay que echarse a la mar de vez en cuando...
ResponderEliminarque preciosidad como expresas tus sentimientos mediante la Joya de tu poesia.
ResponderEliminarAsi hay que echarse a la mar, con paciencia.
A un náufrago del amor le llegó un tronco salvavidas, y ahora ha aprendido a nadar sin sentir la calidez de un tronco? mejor echarse a la mar y quizá ha tenido unas vibraciones más seguras?
ResponderEliminarbesito. Marcelo