No leía, solo paseaba la vista por las fotos del periódico.
Pasaba las hojas del papel y encontraba lo que parecían las mismas fotos en distintas noticias, los mismos trajes oscuros sobre camisa clara y corbata listada, las canas atusadas contra las sienes, los mismos fantoches uniformados con el traje regional del globo que no ha cambiado desde hace más de un siglo. Se dan la mano políticos y ladrones, entre las columnas de un palacio.
Más abajo, con capelo y faja púrpura, un obispo luce el modelo de los pederastas.
La imagen de una mujer sobre el estrado, ante los micrófonos, rompe la monotonía con un nuevo cromatismo en la vestimenta que aleja cualquier intención erótica sobre ella.
No podían faltar en las noticias los verdaderos uniformes, los de la guerra, agazapados, con las ropas y la cara pintadas de desierto y roca funeraria, con sus tocados de hierro y su arsenal a la espalda.
En las últimas páginas aparecen los jóvenes, todos del mismo color y en pantalones cortos, son las páginas de los deportes, alguna mujer con medalla rellena el cupo que salva al diario de tanta canalla.
Por fin, en una foto mediana, sin encorsetados uniformes, se ve al pueblo, a la gente normal, tienen las bocas abiertas, todos en grupo bajo pancartas que dicen que "no hay pan...
Suena tan terrorífico!
ResponderEliminarLeyéndote me ha parecido estar sentada en una butaca del cine viendo una película de la posguerra...
:(
No leo el periódico hace días ni miro las noticias donde puedo ver todo eso de que hablas.
Es como un acto de rebeldía hacia mí misma y esos fantoches.
Besos, Spaghetti querido.
¿Intentamos aquello de al mal tiempo buena cara? ¿Crees que podremos?
Tantas veces he reído cuando quería llorar, que ahora no distingo un diario de un TBO.
EliminarSe utiliza la imagen personal para ocultarse y desaparecer entre el resto.
ResponderEliminarEn una ocasión mantuve una conversación con ciertos adolescentes que abominaban de los uniformes. Llevaban uniforme en el colegio y estaban en contra de ello. Cuando dejaron de llevar uniforme, se dieron cuenta que todos iban vestidos de la misma forma, o sea, uniformados!
De acuerdo José, pero solo en las formas...en los fondos, el uniforme es terrible.
EliminarNunca me gustaron los uniformes, ninguno.
ResponderEliminarEl periódico cada día lo veo uniformado de canallas y de notícias desastrosas.
Me gusta la alfombre verde y relajante, me sonrío, amigo mío.
Los uniformes que pretenden que llevemos en las mentes, que todos vistamos el alma con los mismos colores que nos imponen...es para reírse, si no fuese inaceptable.
Eliminarbsssoss Natalia
Has hecho un retrato perfecto de lo que estamos viviendo con todos los componentes, y el pueblo muerto de hambre y de derechos.
ResponderEliminarBesicos.
Es lo que se ve en los periódicos sin apenas leerlos.
Eliminarbssoss Ana.
Cuánta razón tienes, Spa.
ResponderEliminarCualquier periódico, cualquier informativo, cualquiera cosa relacionada con la política o la banca estás hechos con el patrón de un uniforme. Diferentes entre sí, según las castas que toquen, pero iguales.
Eres un crack, amiguito.
Un besazo grandote; éste, sin uniformar, expontáneo y sincero.
Yo me seguiré vistiendo de payaso, Towanda.
ResponderEliminarbsssoss.
Y gracias que salió al final, en otros medios... ni eso. Una vergüenza.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es un relato realista y te diría universal que me colma de empatía. Pero no esperes encontrar en los periódicos un reflejo de la realidad que toma en cuenta al ser anónimo de carne y hueso que saborea lo agridulce de la vida a diario. No encontrarás allí signos vitales que alimenten esa risa pura de payaso que nos colma de alegría. Los señores de uniforme, que han estado y estarán siempre, no son tantos como los que tenemos hambre de pan y de vida. Deja también que tu alma te guíe en saciar tu alma azul y revuélcate en esos prados verdes, como las aves del cielo. A veces los periódicos logran uniformarnos el alma y es entonces cuando estamos verdaderamente desahuciados.
ResponderEliminarUn beso.
...para tanto chorizo.
ResponderEliminarBesos
Las noticias de la prensa son inversamente proporcionales a la realidad...
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