viernes, 11 de enero de 2013
La canción sin nombre
Llevo una canción en la cabeza, no se de donde ha venido, pero se ha instalado con su incesante melodía para quedarse aunque la ignore.
No puedo asociarla con nada importante de mi pasado, quizás se ha colado como un ladrón, con sigilo, desde un automóvil al paso, desde un balcón.
Alguien arrojó por la ventana esta canción y en el camino perdió la letra pero la música sigue sonando en mi cabeza.
Es alegre como el canto de un ruiseñor, y la llevo a todas partes lo quiera o no.
Qué daría por que fuera mi amante esta canción!
sin nombre, sin palabras, sin título y sin autor.
Siempre juntos, siempre extraños sin aparente razón.
Burlándonos del silencio, bailando en secreto los dos,
yo quedándome quieto, tu danzando alrededor.
Ah! pero sé muy bien que del mismo modo que llegaste, te irás sin despedirte, después del sueño quizás, antes de ser amantes, después del último vals.
Ahora que yo la busco, no la puedo encontrar, quizás se escondió para asustarme, quizás voló,
como vuelan las canciones azules, sin título y sin autor.
Abro la ventana al sol. La canción ya me olvidó.
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Es un escrito precioso, me ha encantado. Has sacado algo muy bello de esa música que a todos se nos mete en la cabeza y que se instala durante un tiempo y que sin saber por donde vino tampoco sabemos por donde se fue.
ResponderEliminarUn abrazo
En ese baile, en la música, en ese instante, antes de que volara, incluso después, pervive el ensueño, no se olvida, no, lo saben las alas que llevas puestas para estos casos.
ResponderEliminarGracias por leerme, te digo, amigo, que la imagen del caballero no es únicamente inventada, así era mi padre y trabajó de maître y cada día esmoquin. Un beso muy cariñoso.
Hay canciones que nos arrasan por dentro,se nos hace un sin vivir no amarlas,no sentirlas en cada poro o a nuestro alrededor.Nos son necesarias como el mismo aire.
ResponderEliminarDespués, un día cualquiera se volatilizan haciéndose recuerdo.
Tú lo has expresado mucho mejor y más bonito.
Besos, Spaghetti.
Una canción es una magdalena de Proust.
ResponderEliminarBesos
Ojalá que todos llevásemos una canción en la cabeza y no las negruras que a veces tenemos. Bravo por la música-
ResponderEliminarBESICOS
Hemos encontrado a lo largo de nuestras vidas esa melodía que nos abraza y en ese momento queda grabada en nuestra mente.... Y de pronto el olvido se la traga..
ResponderEliminarMelodías que se graban a fuego en nuestra cabeza y ya no pueden salir, tarareadas sin motivo y mostrada entre los instantes de la vida.
ResponderEliminarO, ¿por qué no? se fusionó contigo y te hizo tan especial como lo eres ahora...
ResponderEliminar¡Eres especial, querido clown!
Un beso muy grande y de verdad.
PD: Gracias por esas estrellas mahou que ya te he agradecido en mi propia casa. Ahora te mando un abrazo fuerte con la letra de tu canción.
Hay melodias de las que desconocemos casi todo sobre ellas, pero que nos acompañarán toda nuestra vida, porque en algún momento alumbraron nuestro camino.
ResponderEliminarUn abrazo
Cuando menos la busques, cuando menos la esperes,
ResponderEliminarvendrá ella -la canción- a rozar el alero en tu ventana
o alcanzará un lucero, dejo y quedo, en el espacio
o brotará, manantial, en el vergel de tu huerta.
Suelo ser sordo para la música. Eso me dice mi hija, que de eso entiende.
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