A veces soy feliz como un niño, sin una aparente razón, solo porque sale el sol entre las nubes, o por un momento de despreocupación en el que uno se siente ausente.
A veces soy gaviota soñadora que tiembla y se alza sobre las aguas azules, sin dejar espacio al recuerdo ni al momento siguiente.
A veces me pierdo entre la maleza y disfruto de la Naturaleza que acuna mi conciencia, aún sabiendo que no hay dos días iguales ni diferentes
A veces río por cosas sin importancia, por algo exagerado o ridículo; por dudar de la evidencia o por el guiño de un pensamiento adolescente.
A veces tengo la certeza de ser un hombre afortunado y no me importa estar equivocado, si conservo la alegría inmortal que con la pena se entiende.
A veces camino por la frontera entre la razón y la locura, sin preocuparme demasiado por la lucidez o la incoherencia de los acontecimientos presentes.
Pero las otras veces, cuando lo de afuera penetra en lo íntimo del ser, se abre un paisaje devastado. Todo lo razonable y lo miserablemente humano se mezcla en una pócima que debo beber de un trago.
Las otras veces miro por "el telescopio de lo invisible" por el que M. Proust veía los recuerdos en los ojos oxidados de los viejos y contemplo el futuro en el oscuro espejo del pasado.
A veces yo también. Y otras vez gana lo de afuera. Es una lucha a brazo partido que se debate minuto a minuto de cada día y de cada hora. A veces desearía quitarme la cabeza de encima y ser como un animal, para no pensar. Es un espejo oscuro en el cual creo que muchos nos sentimos reflejados. Un hondo escrito, logrado con tu maestría de siempre, querido amigo Spa.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Fer
Spa cuando entro en el paisaje devastado es tan oscuro como el fondo de tu página y no, no quiero permanecer, hace años eso me llevo a una gran depresión que duro 11 meses desde entonces busco la salida lo antes posible, cierto que me cuesta, cierto que me quiere atrapar y suspiro profundo y es una soledad indescriptible acompañada con impotencia, por eso intento lo más rápido que puedo buscar como ahora me está pasando mirar a la derecha de la pantalla que está tu foto en color y despegar con fuerza para no ahogarme.
ResponderEliminarBesos y un abrazo que necesito tuyo ♥♥
tRamos
Somos humanos, Spaghetti, vivimos tiempos convulsos, la vida nos zarandea a su antojo y nosotros ápices de carne y sangre, aún sin pretenderlo le seguimos la corriente...
ResponderEliminarSalvo en los casos en los que nos ausentamos de ella y así, ligeros, rozamos la felicidad.
De las otras veces hay en demasía, hay que saber atesorar los vuelos a ras de la inconsciencia, cosa nada fácil, por cierto.
Besos.
Te comprendo....
ResponderEliminarLos momentos oscutos producen más intensidad en el nuestro interior, pero la alegria, la dulzura de la niñez..... es más maravillosa, y eso es lo que nos hace ver y sentir, por lo tanto tener un espejo en el alma, maravilloso.... Una sonrisa.
EliminarEstupendo, la dualidad, un pequeño equilibrio. Somos humanos.
Estupendo Marcelo.
Un abrazo cariñoso