martes, 9 de octubre de 2012
guitarra celosa
Él quisiera ser sus pies y ser su espalda,
para quitarle el cansancio de cada jornada.
Ella quisiera restañar las rajaduras de su guitarra
para que su voz no se escapara.
Él canta efluvios de notas evanescentes
como cigarra al atardecer
cerca de la barra del viejo café,
donde la pena es aún más grande.
Ella regresa cansada de un largo día
y una tarde, con la luna ya crecida.
y sonríe mientras prende una vela
de esperanza en la casa vacía.
La guitarra descansa celosa al amanecer
detrás de los besos, porque las manos
acarician otras melodías en el silencio
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No me extraña, con esas curvas...
ResponderEliminarQué bonito.
ResponderEliminarY qué triste guitarra sin que nadie afine sus acordes...
Me ha encantado.
Besos.
Quien sos? detras de la mascara de payaso?
ResponderEliminartus escritos maravillosos.
A veces no saber quien esta detras del reto de escribir hace que el escrito no reciba la admiracion gloriosa que las letras necesitan
Me gusta tu blog
A veces hay que dejar que duerman los instrumentos.
ResponderEliminar¡ufff! Qué maravilla.
ResponderEliminarEntonces no haré mucho ruído para que sigan en ese silencio de caricias. Me voy.
Besos