martes, 23 de octubre de 2012

El individuo





Esta solo. Se siente solo porque cree que a nadie le importa. Pero es a él al que nada le importa, por eso está solo.
Como él, millones de solitarios deambulan permanentemente, de casa al trabajo, de la calle al coche, al resplandor del día o caminando por azules aceras bajo relucientes rótulos de neón.

En la taberna de la desolación bebe el vino más amargo de la tierra. Pasea sus ojos por "el diario", donde encuentra un mundo ajeno, con noticias tan lejanas que parecen suceder más allá del extranjero.
Como él, millones de seres se sienten insignificantes, impotentes ante los acontecimientos y decisiones de los que eligen el futuro.

Cree que es único, como si los demás estuviesen todos de acuerdo. Cree que la soledad es el precio de su independencia y se refugia en su privada intimidad.
Como él, millones de individuos viven su vida al margen de una sociedad en la que han dejado de creer.

Sueña con todo lo que no puede alcanzar, y hace planes con lo posible. Sueña que un día todo cambiará y dejará de estar solo, porque alguien vendrá a compartir sus sueños.
Como él, millones de soñadores esperan que el huracán del tiempo arranque las raíces de la pena y vuelva a nacer la esperanza entre el barbecho.


5 comentarios:

  1. Soñar no cuesta nada hacerlo realidad es otra cosa,uno quiere hacer realidades pero situaciones de todo tipo te alejan de ese sueño que siempre quisistes pero que nunca lograstes y mira que luche un mundo, pero no se pudo.
    besos

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  2. He estado leyendo tus últimos escritos:
    Unos tienen humor, otros cantan, otros están solos, otros son esperanzas, otros lloran.
    Abarcas muchos sentimientos.
    Un abrazo.

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  3. Creo que de esto se trata el largo y doloroso proceso de convertirse en individuo en nuestros tiempos.

    Me pasan muchas de las cosas que describes y sospecho que te suceden a tí también. Nos pasan a millones, sólo que muchos no se toman el tiempo para planteárselo, para conectarse con sus emociones y sus causas: sería para mí una bendición lograr ese desenchufe. Siguen caminando, del coche al trabajo y del trabajo a casa, tragando ese amargo sabor de vacío, de soledad, de frustración ante sueños pequeños que se destejen y tal vez se vuelvan a trenzar en un arranque de optimismo, aunque el periódico te va quitando lana del ovillo día a día. Ya casi no lo leo, ni veo telediarios,salvo el resumen de noticias, nunca buenas, de tan desolador que se me pinta el futuro. No sé si será sabio refugiarme en la ignorancia, pero este último tiempo la realidad me ha saturado.

    Es ese sentimiento de flotar en tiempos líquidos que tan magistralmente describe Zygmunt Bauman.

    Un beso.

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  4. Sueños que tiemblan siempre en lo más íntimo para que nadie los arroje al fuego. La soledad si es aceptada otorga libertad y mejor hacer planes que lo posible para que pueda darse lo imposible.
    Un beso grande

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  5. El barbecho es cada vez más necesario: durante un tiempo largo, para que se amanse el ruido que no nos deja pensar en la esencia. Excelente reflexión esta, desde el individuo, como debe hacerse.

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