Ya no sé de donde soy, nací muy lejos de aquí y no sé si eso me da algún derecho o alguna obligación. No pertenezco a ningún país y ninguna tierra me pertenece más que otra. Quizás debiera tener un sentimiento de raigambre, pero mis recuerdos son de relaciones con personas, de situaciones pero no de sitios, de aromas conocidos y nuevos, pero no de ubicación física. He aprendido mucho en diferentes lugares, incluso en el camino entre un lugar y otro y tampoco ahora siento que este sitio sea mi destino. Ni siquiera busco con avidez un sitio donde quedarme hasta la muerte.
Llevo nueve años viviendo en este enorme país sin nombre, en el que cada parte es diferente, cada estado es único en su orografía y en sus costumbres...pero un hombre ocupa tan poco espacio en el mundo que cualquier rincón puede ser un hogar perfecto por una temporada.
No entiendo por qué hay que ser de alguna parte, cantar un himno o tener una bandera, que me perdonen los ortodoxos, pero todo eso me parece ridículo. Pago los impuestos directos o indirectos por vivir en cualquier parte.
He visto a los flamencos del Coto Doñana en las costas de Larache (identificados por una argolla en las patas), estorninos de Mallorca en Génova y otros emigrantes desconocidos para mi en estas tierras de pelícanos y zarigüeyas, estos últimos más lentos en sus desplazamientos, pero viajeros al fin y al cabo.
Seguramente me invade esta sensación de ausencia por mi próximo viaje a España donde los reencuentros serán inevitables, tanto con las personas como con los lugares que no por conocidos una vez hace tiempo, dejan de ser una novedad sorprendente. No es un regreso sino una nueva aventura, consciente de los cambios que el tiempo produce y vuelve lo conocido en algo nuevo y diferente.
Allá voy abierto a las sorpresas.
Quizás no pueda seguir el blog con la misma regularidad durante los próximos cuatro meses del periplo que me espera, pero entraré cuando pueda a leeros y para no dejaros olvidarme.
Ciudadano del mundo: nunca he tenido muy claro donde resides, si vienes a España, bienvenido seas, aquí estamos... para lo que usted necesite.
ResponderEliminarUn abrazo y por el blog no te preocupes, cuando puedas, haznos saber de tus nuevas letras.
Un gran abrazo.
Mercedes.
¡¡Buen viaje, Spaghetti!! y excelente estadía en España. Te comprendo, yo tampoco entiendo de lugares y banderas, si de afectos. Nada me retiene aquí y mañana puedo, si el motivo lo amerita, vivir en otro lugar.
ResponderEliminarUn abrazo
Que tu regreso sea como volver a Ítaca según la visión del bello poema de Cavafis:
ResponderEliminar"Conserva siempre en tu alma la idea de Ítaca:
llegar allí, he ahí tu destino.
Mas no hagas con prisas tu camino;
mejor será que dure muchos años,
y que llegues, ya viejo, a la pequeña isla,
rico de cuanto habrás ganado en el camino.
No has de esperar que Ítaca te enriquezca:
Ítaca te ha concedido ya un hermoso viaje.
Sin ella, jamás habrías partido;
mas no tiene otra cosa que ofrecerte.
Y si la encuentras pobre, Ítaca no te habrá engañado.
Y siendo ya viejo, con tanta experiencia,
sin duda sabrás ya qué significan todas las Ítacas."
¡Buen regreso!
Un abrazo.
No soy de aquí,ni soy de allá...como decía la canción.
ResponderEliminarY qué importa de donde se sea?
Lo que importa es que estemos donde estemos,sintamos momentos de felicidad.
España te abrazará y sonreirá a pesar de su crisis,porque una de las características de los españoles es aquella de al mal tiempo buena cara y a seguir.
Ah,y no te apures,que no te olvidaremos.
Me chiflan los Spaghettis!
:)
Besos y feliz venida.
Pues desde ya mismo, bienvenido a España. Con este calorcito que tenemos ya! por lo menos en la zona del levante. Tampoco, yo, siento eso de las fronteras, o mejor dicho, no las entiendo. Pero, en fin, cosas de la vida o del hombre...
ResponderEliminarUn abrazo enorme
Espero contacto en presencia.
ResponderEliminarCon los brazos abiertos y el corazón encendido. Antes de que llegues ¡bienvenido a casa!
ResponderEliminarUn nuevo inicio... bella perspectiva. Estuve ocho años en otro país y cuando volví de nuevo, todo me resultaba completamente extraño... Sé de lo que hablas, Spaghetti.
ResponderEliminarRecuerda que aquí, nadie absolutamente nadie te olvidará. Pero no nos abandones, por favor.
Suerte, mucha suerte en todo...
Muaks!
A mi me gusta la gente sin raices, quiza pk yo tampoco las tengo...
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