martes, 25 de octubre de 2011
El llanto del Clown
Lo más gracioso es que tengo que hacer reír!!
No intento disimular el disgusto, salgo a la pista con mi pena escrita en la mirada,
preocupado porque las cosas no queden suspendidas del vacío y siento las risa espontánea de los ciegos.
Sigo el desplazamiento gravitatorio de los objetos que van sustituyendo el aire con sus cuerpos y este empeño causa tiernas carcajadas en la audiencia.
Aún no caigo en la desesperación cuando los artefactos que manejo siguen su propio rumbo, cobrando vida propia, sino más bien me sorprenden sus destinos y mi sorpresa es la alegría de las gradas.
Me desplazo en movimientos pausados, sin ganas, pero obtengo el resultado inverso y directamente proporcional a mi tristeza.
Nunca una lágrima se recibió con tanta risa.
Me sentí como un cristiano entre los aplausos de un circo romano.
Una marioneta con los hilos cortados.
Todo un éxito.
Cuando cada movimiento pende de un hilo, cuando creas que el equilibrio es imposible, cuando no eres tu el que decide y pienses en abandonar la lucha, en rendirte, cuando sientas que la levedad del alma es lo que te sostiene, entonces ... entonces eres una marioneta.
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eres un tipo sensible. un beso enorme
ResponderEliminarPilar M. Sancho
Admiro tu mundo y te confieso que siempre me han producido mucha ternura los payasos. Me ha llamado la atención la primera frase porque a veces nos olvidamos de que detrás de las máscaras están las personas. En general, creo que todos escondemos nuestros sentimientos tras alguna máscara.
ResponderEliminarY bueno, tu definición de marioneta es sublime. Me ha encantado.
Un placer pasar por aquí.
Buen día.
¿No somos todos marionetas? Quien se crea con los hilos de su vida debe mirar mejor.
ResponderEliminarQué tristeza la de un payaso triste.
todos somos un poco payasos y títeres
ResponderEliminarlos que ostentan el poder nos hacen bailar como ellos quieren
abrazo
Cuando estoy triste, me pongo mi nariz de payaso y hablo con el otro yo que queda tras el espejo agazapado, cuando siento que me invade la tristeza, que lentamente me rodea, sale sutilmente el payaso y arranca las sonrisas de las lágrimas,pero cuando de los hilos tiran y tiran sin cesar,con toda esa fuerza ...... la tristeza de mi se apodera y hasta el payaso muere de pena.
ResponderEliminarTus palabras hoy......rozan la sensibilidad de mi alma.
Adoro la sonrisa de un payaso,ya sea dulce o triste, porque tras de sí siempre queda,.....lo que las palabras callan.
Besos con mucho mimo hoy!!
"Nunca una lágrima se recibió con tanta risa".
ResponderEliminarEso es lo que nos produce el payaso, el clown ¡guarda tanto drama en su risa!
Ahora te mando un beso.
Mercedes.