En el infinito de las profundidades, el tiempo retrocede.
Más allá de los recuerdos, antes que se hiciese la luz en el vientre materno.
Antes de ser célula o cigoto, cuando el pasado no tiene comienzo ...
Ya había otros.
Otros ojos, cegados por explosiones de supernovas, abiertos al vacío,
calculaban la distancia entre la vida y la muerte.
Sin relojes ni sextantes, sino en latidos de un antiguo sístole - diástole.
Si la luz es vida, la muerte es negra.
Pero la oscuridad no descansa, se agita en un perpetuo movimiento de insomnio, generando nuevas luces fantasmales, como candelas de un navío entre la niebla.
Unas y otros se cruzan y se mezclan, se penetran hasta traspasarse, explotan, revientan en un millón de pedazos que se esparcen y crecen en un universo caótico e imparable, en el que la soledad no existe.
Solo el frío.
El frío que no tiene quien lo acompañe.
Es curioso: algunos podrían pensar que la muerte es luz.
ResponderEliminarLa soledad existe. Podría presentártela. A veces es cálida. A veces la compañía es fría, de la temperatura exacta del hielo.
Mira a tu alrededor. No estamos solos. Nos sentimos solos cuando no tenemos la cálida compañía deseada.
EliminarQuerido Spaghetti, si por mi fuera sería la guardiana de ese frío para hacerle eternamente compañía.
ResponderEliminarUn besazo.
"La guardiana del frío"!!! Me asustas Juji...jeje
EliminarNa', no te me asustes jajajaja, es que de pensar ya en el calor del verano, me pongo enferma.
EliminarMuakssssssss
Hay quienes se empeñan en vestirse de frío, cuando la calidez, sin embargo, los rodea.
ResponderEliminarNada hay ajeno a nosotros mismos, somos lo que sentimos.
EliminarEl frío de la soledad existe para aquellos que no están bien consigo mismos.
ResponderEliminarLos latidos de un antiguo sístole - diástole, es el sonido de la madre tierra junto con todo el universo y nosotros en él...
No podemos oponernos a lo inevitable, ni elegir estar bien o mal con nosotros mismos, de lo contrario viviríamos en un limbo aburrido e irreal.
EliminarYo sí creo que podemos elegir estar bien o mal con nosotros mismos, no es fácil, pero si posible. No tiene porque ser un limbo, no tiene porque ser irreal, precisamente por eso, si estoy bien conmigo, no hay soledad y si la hay, la puedo abrazar y ser abrazada por ella. Y si voy más allá, no hay ni siquiera esa soledad, porque existe una presencia interior que llena el vacío de la ausencia...
Eliminar¿Quien es tan necio de elegir estar mal?
EliminarTe aseguro, que inconscientemente y por ignorancia, mucha gente...
EliminarEl infinito malestar de la certidumbre de nuestra finitud...
ResponderEliminarEsa eterna y fría incógnita de qué es luz o qué tinieblas u oscuridad.
Porque nada es fácil y lo que para unos es negro y tenebroso,para otros es la luz de la esperanza,la soledad es terrible o compañera grata...
¡Qué difícil todo!
nacer para morir,por ejemplo y sin ir más lejos.
Besos.
Tenemos una doble perspectiva que nos hace vivir en la duda permanente ... viendo los árboles desde la espesura y viendo el bosque como los pájaros.
EliminarCada vez que entro a leerte te siento más poético.
ResponderEliminarEl "juego de contrastes" que utilizas me gusta mucho:
por ejemplo,
"Pero la oscuridad no descansa, se agita en un perpetuo movimiento de insomnio, generando nuevas luces fantasmales"
Un abrazo.
Mercedes.
No es un juego literario el contraste, es la propia existencia que nos obliga a elegir y a renunciar al mismo tiempo, a ser y a desintegrarse; es el juego de la vida y la muerte en el que estamos obligados a participar irremisiblemente.
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