En los acantilados rumbosos,
las luces se precipitan haciendo círculos
en una lluvia verde de lentejuelas.
Sobre las oscuras cabezas, vuela perdida la mariposa,
quebradiza, aturdida por el galope de los hipocampos y el redoble.
Cae y se eleva como una pluma viva, como un borracho de sidra.
Y sueña sin ver los ojos que miran.
¿donde están los bosques de fragancias puras?
¿donde la hoja se esconde?
¿donde los Céfiros soplan?
El vuelo se pierde y brilla al cañón de luz como en un claro de luna.
En un torrente de aplausos la mariposa saluda.
¿Dónde mejor puede mostar su gracia una mariposa?
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