Alma azul
lunes, 11 de mayo de 2015
Entrevista a mi mismo 3
(P).-Volvemos a encontrarnos frente a frente, pero hoy no le veo buena cara, ¿se encuentra usted bien?
(R).- Pues no bien del todo. Me encuentro en una red sin escapatoria, pero usted debería saberlo.
(P).- Sí, pero prefiero que me lo cuente.
(R).- Todo empezó al amanecer de hace algunos años. Desperté de buen humor, como siempre, a pesar del un fuerte dolor de cabeza, las migrañas matutinas que me persiguen, ya sabe. Abrí el armario de las medicinas que aunque no las acumulo, cada vez hay más cajas de pastillas. Me tomé dos para el dolor de cabeza, porque una ya no me hacía efecto, pero acabaron por crearme una acidez de estómago que tuve que contrarestar con otras píldoras anti-ácidos; éstas me calmaron el dolor de estómago pero me causaban gran fatiga, por lo que tuve que tomar un complejo vitamínico con excipientes para activarme. El resultado unido a la actividad general y al estrés diario, me creó una crisis de ansiedad que tuve que mitigar con unos ansiolíticos que me recetaron, pero no consiguieron acabar con las noches de insomnio, por lo que la falta de sueño hacía que me levantara con fuertes dolores de cabeza; cerrando el círculo pastillero.
(P).- ¿Ha pensado dejar de tomar más patillas y probar con la medicina natural?
(R).- Claro! Por una larga temporada me dediqué a las tisanas y estudiar la farmacopea, pero termine por aborrecerlo porque no veía mejora alguna.
(P).- Ya se que todo lo que me cuenta es mentira, pero ¿cree usted que la sociedad vive drogada por los medicamentos?
(R).- Creo que el negocio farmacéutico se está imponiendo sobre todos los demás, incluida la venta de armas, el turismo o las religiones. Los grandes avances de la ciencia y la medicina han conseguido erradicar el dolor y curar las enfermedades tradicionales, pero la industria no puede permitirse dejar de ganar los pingues beneficios que supone la venta de las medicinas, por lo que somete a la población a tratamientos interminables y onerosos.
(P).- Siempre se aprende mucho charlando con usted en la intimidad. Espero verle mejorado en la próxima entrevista.
sábado, 2 de mayo de 2015
El sueño del vacío
He caminado sin parar por caminos desconocidos hasta que las sombras azules de la tarde me descubrieron exhausto. Al final de la jornada me encuentro en el valle de la ignorancia, como si hubiera olvidado la razón que me empujó a emprender este viaje, o como si fuera el destino el que a mi me ignorase.
Puede que aún no haya despertado, porque la música llega lejana como el rumor del mar tan parecido al de la autopista que se oye desde la montaña. Corrobora la suposición del sueño el que no hubiera nadie en el camino, y en el valle lo único que se movía eran las hojas de los árboles agitadas por el viento.
Donde debiera haber una civilización, no encontré restos ni la basura que delataría que había habido vida recientemente. En la plaza abandonada de la indecisión, se erguía un buzón de correos como una columna dorada erosionada por el olvido. Me preguntaba cuándo fue la última vez que alguien puso una carta dentro y si el correo la hubiera recogido o aún permanecía en el interior de la columna.
Miré alrededor, los viejos edificios que circundaban la plaza, estaban en ruinas. Por algunas ventanas se podía ver el cielo desde el exterior y la maleza se había apoderado de tejados y cornisas.
Me intrigaba la posibilidad de una carta dentro del buzón, con una fecha o algún dato que me diera una pista de la última existencia, pero permanecía herméticamente cerrado. Quizás fuese una de las obsesiones que solo se tienen en sueños, cuando uno se enfrenta a la soledad y dibuja los paisajes que nunca existieron.
miércoles, 15 de abril de 2015
Entrevista a mi mismo 2
(P).- De nuevo estoy frente a usted con algunas preguntas que me tienen intrigado, sobre su forma de ver la vida. Déjeme juzgarlo por su apariencia. A primera vista ofrece la imagen de un hombre risueño, como si los años vividos hubiesen sido benévolos con usted. ¿Estoy en lo cierto?.
(R).- Bueno, me alegra tenerlo enfrente de nuevo, a veces echo de menos sus insidiosas preguntas, aunque no siempre tengo la respuesta adecuada. Es un error juzgar a primera vista sin miedo a equivocarse. Detrás de una sonrisa puede esconderse una lágrima invisible y dolorosa, incluso detrás de las palabras se esconden mensajes ocultos que solo se pueden descifrar con la mirada.
De los años vividos solo le puedo contestar con la memoria, pero se aleja tanto de la verdad como de la historia. Nada fue como se recuerda. Lo cierto es que no he llegado hasta aquí por casualidad sino por haber sido el que fui, y por haber hecho lo que hice, por los errores que cometí y por las hazañas que nadie reconoce.
(P).- Si no fuera porque le conozco desde siempre, diría que es usted escurridizo y ambiguo en sus respuestas. ¿Por qué no responde directamente a mis preguntas, afirmando o negando lo que le planteo?
(R).- No entiendo ésta pregunta. Pero le diré que cuando algo he afirmado con rotundidad, me he equivocado. Si algo he negado para mi, ha terminado por sucederme. Cuando me han atacado con fuerza, he retrocedido hasta que la fuerza se hubo debilitado, y luego avancé con resolución, ganando terreno. No se trata de mantener firmes las posiciones en un mundo en perpetuo movimiento. Se equivocaron los físicos que proclamaban que todo tiende al reposo. El universo está en constante movimiento y a velocidades supersónicas.
(P).- Hoy le encuentro metafísico. ¿Ha dormido bien la última noche?
(R).- Ah dormir! Necesito dormir más para soñar sin descanso, para despertar y seguir soñando con los arlequines y polichinelas que crea el sueño. Pero el insomnio se apodera de mis noches...noches en blanco, que me hacen pasear por la casa como el fantasma de un centinela, auscultando el silencio y vigilando el vacío. Dormir descansando el cuerpo mientras que la mente sigue trabajando, manteniendo el bombardeo incesante de pensamientos, ese es mi deseo.
(P).- Pues que el deseo se cumpla y pueda descansar hasta la próxima entrevista.
(R).- Gracias. No me olvidaré de usted (No podría...o sí).
martes, 14 de abril de 2015
Entrevista a mi mismo 1
Yo Pregunto (P),-Estamos frente a un ser humano de entre los siete mil millones que pueblan el planeta. Dicho así, parecería uno más entre tantos, pero como a todos los demás, hay algo que lo diferencia y lo hace único; ADN aparte, nos enfrentamos a un payaso profesional conocido como "Spaghetti the Clown". Dígame si prefiere hablar de lo personal o de lo profesional.
Yo Respondo (R).- La verdad es que cuando uno hace lo que le gusta, es difícil separar lo personal de la parte lúdica de lo profesional. La vida se convierte en un juego creativo y de imaginación, pero lamentablemente no se puede vivir ajeno a una realidad que nada me importa ni me aporta, sin traspasar la frágil frontera con la locura. Cuando tengo que hacer lo que no me gusta, trato de disfrutar de placeres hedonistas, que vienen de fuera de mi, osea que no me pertenecen, pero se me ofrecen. Recuerdo la casa del italiano, después de un original espectáculo, en el que di todo de mi, El anfitrión se empeñó en una tediosa charla, repleta de alabanzas y citas de genios conocidos. Yo me acomodé sobre un sillón púrpura, reclinando la cabeza para mirar los plafones de alabastro del techo, que dejaban pasar la luz del día tamizada por una vetas plateadas. A mi izquierda, sobre una columna baja había un busto de Petronio esculpido en mármol y por un momento pensé que el anfitrión hablaba con Petronio y no conmigo. Y así se va mezclando la verdadera realidad, que es la que yo imagino, con el absurdo de la otra realidad, la que no es de nadie, pero debemos representar el papel que se nos ofrece.
(P).-¿Dice que no le importa la realidad?
(R).-Vivo en el mundo con todos los demás, y me importa lo que en él sucede. No puedo soportar la mentira ni la injusticia. Ver cómo se engaña a la ingenua mayoría con proclamas de igualdad y de Justicia, cuando nada más salir a la calle uno se encuentra con todo lo contrario. Las diferencias sociales entre unos y otros han aumentado de manera alarmante en los últimos tiempos, pero la gente parece seguir confiando en los mismos mentirosos de siempre. Ya no me dan pena, me dan rabia, y éstos sentimientos se interponen en mi camino hacia la felicidad.
(P).- Con éste panorama de desigualdad y de injusticia, ¿Cree que uno tiene derecho a sentirse feliz?.
(R).- En todas las culturas y en todos los países existe la desigualdad y la injusticia pero a la vez existe la felicidad. El mundo ríe y danza, canta para burlarse del absurdo existencial. Hay ocasiones en que la felicidad se cruza en nuestro camino, pero nos damos cuenta cuando ya ha pasado.
(P).- De alguna manera usted es un profesional de la risa, usted vende felicidad.
(R).- Lo que yo intento crear son instantes de ilusión, la dosis de asombro la pone cada uno. Siempre quise ser "ilusionista", desde antes de conocer el significado de la palabra. Necesitamos esa salida periódica del mundo gris, uniforme; para adentrarnos en el mundo imaginado, donde se alcanza lo imposible fácilmente. Aunque el mundo imaginado no siempre es seguro, uno corre el riesgo de ser devorado por una nube traviesa, o de ser castigado por liberar las mazmorras de un hormiguero...
Si no tuviéramos la alternativa de los sueños, el mundo desaparecería, porque solo se puede vivir la realidad que cada uno de nosotros creamos.
(P).- Como siempre es un placer hablar con usted en la intimidad. Se quedan pendientes otras muchas incógnitas acerca de su forma de ver la vida, pero las iremos resolviendo en las próximas entrevistas.
Yo Respondo (R).- La verdad es que cuando uno hace lo que le gusta, es difícil separar lo personal de la parte lúdica de lo profesional. La vida se convierte en un juego creativo y de imaginación, pero lamentablemente no se puede vivir ajeno a una realidad que nada me importa ni me aporta, sin traspasar la frágil frontera con la locura. Cuando tengo que hacer lo que no me gusta, trato de disfrutar de placeres hedonistas, que vienen de fuera de mi, osea que no me pertenecen, pero se me ofrecen. Recuerdo la casa del italiano, después de un original espectáculo, en el que di todo de mi, El anfitrión se empeñó en una tediosa charla, repleta de alabanzas y citas de genios conocidos. Yo me acomodé sobre un sillón púrpura, reclinando la cabeza para mirar los plafones de alabastro del techo, que dejaban pasar la luz del día tamizada por una vetas plateadas. A mi izquierda, sobre una columna baja había un busto de Petronio esculpido en mármol y por un momento pensé que el anfitrión hablaba con Petronio y no conmigo. Y así se va mezclando la verdadera realidad, que es la que yo imagino, con el absurdo de la otra realidad, la que no es de nadie, pero debemos representar el papel que se nos ofrece.
(P).-¿Dice que no le importa la realidad?
(R).-Vivo en el mundo con todos los demás, y me importa lo que en él sucede. No puedo soportar la mentira ni la injusticia. Ver cómo se engaña a la ingenua mayoría con proclamas de igualdad y de Justicia, cuando nada más salir a la calle uno se encuentra con todo lo contrario. Las diferencias sociales entre unos y otros han aumentado de manera alarmante en los últimos tiempos, pero la gente parece seguir confiando en los mismos mentirosos de siempre. Ya no me dan pena, me dan rabia, y éstos sentimientos se interponen en mi camino hacia la felicidad.
(P).- Con éste panorama de desigualdad y de injusticia, ¿Cree que uno tiene derecho a sentirse feliz?.
(R).- En todas las culturas y en todos los países existe la desigualdad y la injusticia pero a la vez existe la felicidad. El mundo ríe y danza, canta para burlarse del absurdo existencial. Hay ocasiones en que la felicidad se cruza en nuestro camino, pero nos damos cuenta cuando ya ha pasado.
(P).- De alguna manera usted es un profesional de la risa, usted vende felicidad.
(R).- Lo que yo intento crear son instantes de ilusión, la dosis de asombro la pone cada uno. Siempre quise ser "ilusionista", desde antes de conocer el significado de la palabra. Necesitamos esa salida periódica del mundo gris, uniforme; para adentrarnos en el mundo imaginado, donde se alcanza lo imposible fácilmente. Aunque el mundo imaginado no siempre es seguro, uno corre el riesgo de ser devorado por una nube traviesa, o de ser castigado por liberar las mazmorras de un hormiguero...
Si no tuviéramos la alternativa de los sueños, el mundo desaparecería, porque solo se puede vivir la realidad que cada uno de nosotros creamos.
(P).- Como siempre es un placer hablar con usted en la intimidad. Se quedan pendientes otras muchas incógnitas acerca de su forma de ver la vida, pero las iremos resolviendo en las próximas entrevistas.
jueves, 26 de marzo de 2015
Inteligencia artificial.
Los cambios sociales que se han producido con la invasión de las nuevas tecnologías, ordenadores, teléfonos inteligentes y el crecimiento exponencial de internet; también han modificado el funcionamiento del cerebro, que ahora desecha de la memoria lo que antes era necesario recordar.
Aquellos que antes se consideraban más inteligentes por su capacidad de recordar nombres, fechas o anécdotas a través del tiempo, han sido sustituidos por un clic en Google,
La inteligencia como la capacidad de razonar, analizar y comprender parece extinguirse de la mayoría de los humanos, relegados a ser espectadores pasivos de las nuevas realidades y del exceso de información. Se dan por buenas las noticias más cercanas a nuestras posiciones y no se contrastan ni analizan las fuentes de tales informaciones.
La inteligencia artificial que potenciaba al hombre en su frenética carrera hacia el futuro, ahora lo minimiza, convirtiéndolo en mero receptor inactivo e inofensivo. Una vez anulada la capacidad de análisis de los ciudadanos, los países son dirigidos por las cifras, por nuevos cerebros sin sangre, que no entienden de emociones ni de derechos. La indiferencia se apodera de la sociedad, convirtiendo al individuo en un nuevo modelo de contribuyente pasivo, que seguirá pagando el precio del miedo.
viernes, 13 de marzo de 2015
RETROFUTURO
Estaba sentada en un lapsus, con un libro semicerrado en el regazo. Un dedo entre las páginas indicaba una pausa en la lectura, y la mirada al infinito como si meditase sobre las últimas frases leídas. Me pareció haberla visto antes, dirigiéndose hacia mi o cruzándose despreocupada en mi camino, en una tarde en que el sol caía sobre su espalda, proyectando su leve silueta sobre el asfalto, cuando nuestras sombras se rozaron. Quizás solo lo imaginase o fuese una imagen entre las miles de fotos de desconocidos que circulan en las redes sociales y un capricho o un deseo oculto, hacía coincidir la realidad con el recuerdo.
Nadie puede negar lo que ya ha visto, aunque fuera solo un instante. Así pues, supongamos que es ella; la de la instantánea al borde del mar, la del ocaso sobre la espalda; la dueña de la sombra que rozó mi silueta. Ahora está aquí, mirando el azul entre las nubes, como la estampa de una joven mártir, entre el dolor y el éxtasis. Quizás solo esté su figura biológica, porque su espíritu vaga por los paisajes imaginados de la lectura que interrumpió un suspiro.
¿Somos invisibles los unos para los otros?. Somos náufragos mirando al horizonte ansiando ser salvados, sin ver la legión de otros náufragos que desfilan ante nuestros ojos con las mismas esperanzas. Somos un mensaje de socorro en cada una de las miles de botellas que arrastra el mar de la indiferencia. Somos esos con que los otros sueñan y no reconocen cuando nos encuentran.
Pareció querer levantarse, lentamente como si levitara, como si el hecho de ponerse en pie fuese una acción del futuro hacia el que se encaminaba indiferente. Al primer paso, vi desprenderse de su libro un papel, una nota que cayó a mis pies y recogí rápidamente para entregársela. Pero no pude evitar leer el contenido: "Decídete!, ¿A que esperas para abordarme?"
miércoles, 4 de marzo de 2015
NUEVA VIDA
Se podría decir que era un recién nacido, apenas hacía dos semanas que salió de la barriga de su joven madre. Inspiraba esa ternura que desprenden los cachorros de cualquier especie a los ojos de quien los contempla. Agitaba sus manitas rosadas, sin sentir el tiempo, pero como queriendo atraparlo.
La mirada de la madre parecía querer ver su propia imagen en el semblante de la criatura, como si los genes se percibieran a simple vista. El padre contemplaba incrédulo el misterio de la vida, pero con un sentimiento de orgullo por su primer hijo.
Habían enmudecido todos los pensamientos, quizás porque se avecinaban demasiado rápido para ser expresados y se resumían en sonrisas complacientes.
Yo nunca pensé tener un hijo que se pareciera a mi, y mucho menos si se pareciese a otro, pero no se si disfruté imaginando por un instante que yo fuera el padre, mientras veía el futuro insospechado de ese infante, creciendo y aprendiendo lentamente como todos los que un día llegamos al mundo. Tuve la conciencia de hacerlo existir, de ser el creador de una vida independiente, de algo separado de mi, que ya no me pertenece.
El mundo verdadero es el que imagino, donde construyo los sueños en los que habito, cuando camino por los senderos que yo mismo he creado, con más relevancia y precisión que cualquier carretera diseñada por el mejor ingeniero. Siento que no pertenezco a la vida, a la vida de los que se justifican defendiendo la reproducción como ley de vida.
Ahora voy con ese pequeño compañero, totalmente ajeno a mi, pero respirando el mismo aire y sin prestar demasiada atención al hecho de estar vivos los dos, disfrutando de la frescura de un nuevo día.
Quizás vuelva a verle pronto.
lunes, 26 de enero de 2015
MUTACIONES
Hoy he vivido una vida entera, sin pensarlo siquiera. He crecido contemplando la calle estrecha y brillante desde la ventana, por la que apenas circulaba la brisa, y al volver involuntariamente hacia el interior de la estancia, he roto por accidente, un rayo de luz en mil añicos de oro, dispersados y recompuestos inmediatamente tras mi sombra y he seguido creciendo al comprobar que podía recoger éste otro universo, cargado de vida micro-orgánica, con una sola mano. Pero también he sido infinitamente pequeño y libre cuando un estremecimiento recorría mi cuerpo mientras miraba los astros, que el sol me impedía ver entre tanto durara el día.
Decididamente, el tamaño de uno es inversamente proporcional al objeto de comparación.
Al cerrar los ojos he recuperado mi verdadera dimensión, etérea, inconmensurable, minimalista. Todo lo que veo con los ojos cerrados es de mi tamaño y comprensión, los astros y los átomos, lo evidente y lo esotérico.
Lo vulgar, lo nauseabundo y lo grosero, que se me presente, lo voy a dejar para mañana cuando despierte, ahora quiero seguir soñando.
viernes, 23 de enero de 2015
MERCURIO
Gotas de Mercurio, foto: Google images.
MERCURIO
Es hermoso como plata líquida, independiente e indisoluble. Tiene pocos amigos y cuando se encuentra consigo mismo, crece, se hincha con arrogancia en su templada estancia.
Tiene veneno en el alma y el poder de enloquecer a los hombres con su vaporosa presencia.
Vuela con pies alados entre los dioses y las diosas que le cambiaron el nombre, que fue Hydragyrum, hijo de Cinabrio.
Lleva mensajes secretos de un lugar a otro, volátil e inestable, se expande al calor de la pasión sofocante y la pureza.
Conoce el fondo de las aguas donde yace sin mácula y sin mezclarse, pero alternando con corrosivas compañías, puede desatarse su poder destructivo.
Tan grande es su divina presencia que lo rinden culto ilustres oradores, viajeros y comerciantes, pero también los ladrones, a los que condena por necios al dejarse apresar y no por sus fechorías.
En su viaje por el universo, más cerca del sol que ningún otro dios o mortal, nos enseña el constante movimiento de la vida, como un carrusel que nunca se detiene y nos lleva a velocidades inimaginables. Mercurio asiste impasible a las diarias hecatombes de las frágiles almas, desde el reducido Olimpo donde habita. Ve caer a los imperios creados por los humanos, que ingenuamente consideraron invencibles y fueron destruidos por los bárbaros que consiguieron la regencia de los mundos.
Ante el frío invierno se recoge camuflado entre las candelas intermitentes de las estrellas, entre los escombros de todo lo que se había soñado, donde los ojos no llegan a distinguir el planeta.
jueves, 22 de enero de 2015
CRÓNICAS AZULES
OZONO
El cielo en exceso oxigenado, adquiere ciertas coloraciones cuando cae la tarde sobre el océano; espejismos de luz contra el ozono. Me invade la desolación del invierno en la infancia, cuando caminaba por la tangente de la tristeza que encierra la fría brisa norteña, a pesar de haber convertido en calor la guitarra que arrojé a la chimenea. Ahora todo aquello parece un esquema extraído de un sueño. Ya no siento la antigua angustia del destierro, son solo recuerdos que caen lentamente como caería la nieve sobre la luna.
Descubrí que el secreto de la juventud reside en crear planes y proyectos que sustituyan la indiferencia del tiempo empleado en los recuerdos. Quizás mañana cuando me embarque en un nuevo proyecto, ya no sienta lo vivido como un disgusto, porque el olvido y el cansancio, me habrán curado del espanto; ya no seré el que soy hoy. Quizás mañana cuando despierte, la rutina interrumpa mis deseos de vivir eternamente soñando, como ahora sueño.
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