jueves, 26 de marzo de 2015

Inteligencia artificial.




Los cambios sociales que se han producido con la invasión de las nuevas tecnologías, ordenadores, teléfonos inteligentes y el crecimiento exponencial de internet; también han modificado el funcionamiento del cerebro, que ahora desecha de la memoria lo que antes era necesario recordar.
Aquellos que antes se consideraban más inteligentes por su capacidad de recordar nombres, fechas o anécdotas a través del tiempo, han sido sustituidos por un clic en Google,
La inteligencia como la capacidad de razonar, analizar y comprender parece extinguirse de la mayoría de los humanos, relegados a ser espectadores pasivos de las nuevas realidades y del exceso de información. Se dan por buenas las noticias más cercanas a nuestras posiciones y no se contrastan ni analizan las fuentes de tales informaciones.
La inteligencia artificial que potenciaba al hombre en su frenética carrera hacia el futuro, ahora lo minimiza, convirtiéndolo en mero receptor inactivo e inofensivo. Una vez anulada la capacidad de análisis de los ciudadanos, los países son dirigidos por las cifras, por nuevos cerebros sin sangre, que no entienden de emociones ni de derechos. La indiferencia se apodera de la sociedad, convirtiendo al individuo en un nuevo modelo de contribuyente pasivo, que seguirá pagando el precio del miedo.

1 comentario:

  1. si, en eso he pensado muchas veces; tendremos tecnócratas
    descerebrados y emocionalmente handicaped.....

    Ojalá que no... pero.....

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