sábado, 2 de mayo de 2015

El sueño del vacío




He caminado sin parar por caminos desconocidos hasta que las sombras azules de la tarde me descubrieron exhausto. Al final de la jornada me encuentro en el valle de la ignorancia, como si hubiera olvidado la razón que me empujó a emprender este viaje, o como si fuera el destino el que a mi me ignorase.
Puede que aún no haya despertado, porque la música llega lejana como el rumor del mar tan parecido al de la autopista que se oye desde la montaña. Corrobora la suposición del sueño el que no hubiera nadie en el camino, y en el valle lo único que se movía eran las hojas de los árboles agitadas por el viento.
Donde debiera haber una civilización, no encontré restos ni la basura que delataría que había habido vida recientemente. En la plaza abandonada de la indecisión, se erguía un buzón de correos como una columna dorada erosionada por el olvido. Me preguntaba cuándo fue la última vez que alguien puso una carta dentro y si el correo la hubiera recogido o aún permanecía en el interior de la columna.
Miré alrededor, los viejos edificios que circundaban la plaza, estaban en ruinas. Por algunas ventanas se podía ver el cielo desde el exterior y la maleza se había apoderado de tejados y cornisas.
Me intrigaba la posibilidad de una carta dentro del buzón, con una fecha o algún dato que me diera una pista de la última existencia, pero permanecía herméticamente cerrado. Quizás fuese una de las obsesiones que solo se tienen en sueños, cuando uno se enfrenta a la soledad y dibuja los paisajes que nunca existieron.

3 comentarios:

  1. DIBUJA PAISAJES EN ESA SOLEDAD¡¡¡

    me gustas...

    tRamos

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  2. La primera frase me encantó.

    Una ciudad fantasmagórica.... a la que sólo le faltaron las telarañas
    y una guayabera de Gabriel García Marquez tiradita por ahi....

    Besos

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  3. Bravo artista. Me gusta todo lo que escribes. Me resulta familiar, me entristece pero me saca una sonrisa, Es bonito, (suspiro)...

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