jueves, 1 de septiembre de 2011
La Fauna del Mito
Eterno como una noche de insomnio
el vuelo se detiene al fin
de regreso al punto de partida.
Si mirase atrás, solo vería el fragor de una chispa evanescente
que es el presente,
un momento que se da a la fuga.
Después de vivir un sueño
de unicornios, hipocampos y sagitarios,
equinos de fantasía, recuerdos que nunca duermen.
Vírgenes y vestales perseguidas por faunos y dioses lujuriosos,
con el poder del rayo o con los pies alados.
Se exponen en el mercado
los despojos chorreantes
de la memoria, el deseo ajado.
Uno sabe que es más viejo
cuando se encuentra más cerca
del final que del principio,
cuando los recuerdos superan a los proyectos.
cuando se nublan los espejos,
cuando los amantes se ocultan
en los rebaños de Argos
mortificados por los celos del Tábano.
Mientras la Noche, madre de Eros e Imeros,
sepulta con su colcha de estrellas,
al amor y al deseo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
A pesar de todo, un segundo por delante es una vida entera.
ResponderEliminarEstamos de regreso.
¿Y qué dista el principio del final? Toda una vida plena enfrascada en la memoria, donde los momentos ácidos se entremezclan con los dulces y forman ese ser que se fue fraguando en el camino.
ResponderEliminarQuizás cuando llegue el final, nos espere un nuevo comienzo, mientras tanto, bienvenido de tu larga ausencia.
Un beso