martes, 19 de abril de 2011
EL CIRCO
Viajamos de un lugar a otro, con la curiosidad despierta, dispuestos a recibir sorpresas, anhelando que algo inesperado suceda, que cambie nuestro destino sin cambiarnos demasiado ... nuestros miedos de coraza, la desconfianza por espada y la vergüenza por lanza.
Armados de esta manera, ¿que esperamos que suceda?
Adiestrados en la escuela, con mil recomendaciones de los peligros que acechan, cargamos un pesado lastre de prejuicios y encomiendas.
Por eso soñamos con desnudarnos en una playa desierta, donde nos caiga del cielo aquello que necesitamos, sin esfuerzo y sin daño.
Y emprendemos el regreso con el alma vacía y las manos llenas de regalos y fantasías para contar a la envidia de los que se quedaron.
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Los que se quedaron esperan con avidez infantil el relato. No hay nada más difícil que la sencillez de un espectáculo mil veces visto: gracias por el video.
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