PREGUNTAS
Abrir los ojos es ver enigmas.
Todo aquello que llamamos realidad, lo que vemos, se
convierte en un enigma cuando empezamos a hacernos preguntas.
Cuando miramos una simple acacia del parque y nos
enfrentamos a la vida que alberga, los
pájaros, las ardillas y las vidas minúsculas que lo recorren, insectos y
procesionarias… incluso a la propia vida de la planta … se abre la caja de los
misterios cuando nos preguntamos ¿cómo funciona?, ¿Qué es lo que hace morir a
esta acacia joven y prolonga la vida a esta otra de al lado?
Hay quien se da por satisfecho con respuestas simples, -
será la luz o será un parásito,- pero inmediatamente surgen nuevas preguntas
que quizás sea demasiado pronto para responder, aún con todos los avances
biológicos y científicos.
Cuando buscamos respuestas nos perdemos en el misterio del
universo.
Tan infinito y enigmático es el espacio sideral como este
microcosmos celular en el que se desarrolla la vida.
Con el descubrimiento completo de la cadena del ADN parece
que el humano ha encontrado la inmortalidad. Y que las células pueden
reproducirse infinitamente como células jóvenes como aseguran los tres
investigadores premiados con el último
Nobel por sus estudios acerca de la encima llamada Telomerasa.
Quizás, una vez más, se haya descubierto el elixir de la
vida y de la eterna juventud,
precisamente en estos tiempos convulsos en los que acecha la pobreza y
la muerte miserable, en países desarrollados, donde tales investigaciones
dependen más que nunca del dinero.
La insaciable curiosidad humana nos lleva siempre a los
ambiciosos paradigmas de los recién inaugurados juegos olímpicos … más alto,
más fuerte, más lejos.
Mientras nos hagamos preguntas seguiremos encontrando
maravillosos misterios sin respuesta.